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Juan 6:63 - Biblia Nueva Traducción Viviente

63 Solo el Espíritu da vida eterna; los esfuerzos humanos no logran nada. Las palabras que yo les he hablado son espíritu y son vida,

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Biblia Reina Valera 1960

63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

63 El espíritu es el que da vida, la carne no sirve para nada. Las palabras que les he dicho son espíritu y vida.

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La Biblia Textual 3a Edicion

63 El Espíritu es el que da vida; la carne no aprovecha nada. Las palabras que Yo os he hablado son espíritu y son vida.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

63 Es el espíritu el que da vida, la carne de nada sirve. Las palabras que yo os he dicho son espíritu y son vida.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

63 El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os hablo son espíritu y son vida.

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Juan 6:63
31 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Pues la palabra de Dios es viva y poderosa. Es más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra entre el alma y el espíritu, entre la articulación y la médula del hueso. Deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos.


Ya que vivimos por el Espíritu, sigamos la guía del Espíritu en cada aspecto de nuestra vida.


Jamás olvidaré tus mandamientos, pues por medio de ellos me diste vida.


Simón Pedro le contestó: —Señor, ¿a quién iríamos? Tú tienes las palabras que dan vida eterna.


Tu promesa renueva mis fuerzas; me consuela en todas mis dificultades.


Pues han nacido de nuevo pero no a una vida que pronto se acabará. Su nueva vida durará para siempre porque proviene de la eterna y viviente palabra de Dios.


La enseñanza de tu palabra da luz, de modo que hasta los simples pueden entender.


No son palabras vacías; ¡son tu vida! Si las obedeces, disfrutarás de muchos años en la tierra que poseerás al cruzar el río Jordán».


Las Escrituras nos dicen: «El primer hombre, Adán, se convirtió en un ser viviente», pero el último Adán —es decir, Cristo— es un Espíritu que da vida.


Así que la fe viene por oír, es decir, por oír la Buena Noticia acerca de Cristo.


Cristo sufrió por nuestros pecados una sola vez y para siempre. Él nunca pecó, en cambio, murió por los pecadores para llevarlos a salvo con Dios. Sufrió la muerte física, pero volvió a la vida en el Espíritu.


Por lo tanto, nunca dejamos de darle gracias a Dios de que cuando recibieron su mensaje de parte nuestra, ustedes no consideraron nuestras palabras como solo ideas humanas. Tomaron lo que dijimos como la misma palabra de Dios, la cual, por supuesto, lo es. Y esta palabra sigue actuando en ustedes los que creen.


y porque ustedes pertenecen a él, el poder del Espíritu que da vida los ha libertado del poder del pecado, que lleva a la muerte.


Él, por su propia voluntad, nos hizo nacer de nuevo por medio de la palabra de verdad que nos dio y, de toda la creación, nosotros llegamos a ser su valiosa posesión.


Luego el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra. Sopló aliento de vida en la nariz del hombre, y el hombre se convirtió en un ser viviente.


El agua del diluvio simboliza el bautismo que ahora los salva a ustedes —no por quitarles la suciedad del cuerpo, sino porque responden a Dios con una conciencia limpia— y es eficaz por la resurrección de Jesucristo.


«El entrenamiento físico es bueno, pero entrenarse en la sumisión a Dios es mucho mejor, porque promete beneficios en esta vida y en la vida que viene».


Así que no se dejen cautivar por ideas nuevas y extrañas. Su fortaleza espiritual proviene de la gracia de Dios y no depende de reglas sobre los alimentos, que de nada sirven a quienes las siguen.


No importa si fuimos o no circuncidados. Lo que importa es que hayamos sido transformados en una creación nueva.


La ceremonia judía de la circuncisión solo tiene valor si obedeces la ley de Dios; pero si no obedeces la ley de Dios, no estás en mejor condición que un gentil incircunciso.


Pues, una vez que depositamos nuestra fe en Cristo Jesús, de nada sirve estar o no circuncidado. Lo importante es la fe que se expresa por medio del amor.


Aférrate a mis instrucciones; no las dejes ir. Cuídalas bien, porque son la clave de la vida.


Pues, así como el Padre da vida a los que resucita de los muertos, también el Hijo da vida a quien él quiere.


«¡Vayan al templo y denle a la gente este mensaje de vida!».


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