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Juan 11:27 - Biblia Nueva Traducción Viviente

27 —Sí, Señor —le dijo ella—. Siempre he creído que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que ha venido de Dios al mundo.

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Biblia Reina Valera 1960

27 Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

27 Ella contestó: 'Sí, Señor; yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

27 Le dice: Sí, Señor, yo he creído que Tú eres el Ungido, el Hijo de Dios, el que viene al mundo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

27 Ella le contesta: 'Sí, Señor; yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

27 Ella le dijo: Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios que había de venir al mundo.

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Juan 11:27
17 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Simón Pedro contestó: —Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente.


Nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.


La gente, al ver la señal milagrosa que Jesús había hecho, exclamó: «¡No hay duda de que es el Profeta que esperábamos!».


«¡Miren! Yo envío a mi mensajero y él preparará el camino delante de mí. Entonces el Señor al que ustedes buscan vendrá de repente a su templo. El mensajero del pacto a quien buscan con tanto entusiasmo, sin duda vendrá», dice el Señor de los Ejércitos Celestiales.


Todo el que cree que Jesús es el Cristo ha llegado a ser un hijo de Dios. Y todo el que ama al Padre ama también a los hijos nacidos de él.


Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento, para que podamos conocer al Dios verdadero. Y ahora vivimos en comunión con el Dios verdadero porque vivimos en comunión con su Hijo, Jesucristo. Él es el único Dios verdadero y él es la vida eterna.


Mientras iban juntos, llegaron a un lugar donde había agua, y el eunuco dijo: «¡Mira, allí hay agua! ¿Qué impide que yo sea bautizado?».


Luego le dijeron a la mujer: «Ahora creemos, no solo por lo que tú nos dijiste, sino porque lo hemos oído en persona. Ahora sabemos que él es realmente el Salvador del mundo».


Entonces Natanael exclamó: —Rabí, ¡tú eres el Hijo de Dios, el Rey de Israel!


¡El Salvador —sí, el Mesías, el Señor— ha nacido hoy en Belén, la ciudad de David!


—¿Eres tú el Mesías a quien hemos esperado o debemos seguir buscando a otro?


Luego advirtió severamente a los discípulos que no le contaran a nadie que él era el Mesías.


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