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Job 5:20 - Biblia Nueva Traducción Viviente

20 Te salvará de la muerte en tiempo de hambre y del poder de la espada en tiempo de guerra.

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Biblia Reina Valera 1960

20 En el hambre te salvará de la muerte, Y del poder de la espada en la guerra.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Durante el hambre, te salvará de la muerte; y en la guerra, del golpe de la espada.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 Durante la hambruna te salvará de la muerte, Y en la guerra, del poder de la espada.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 en la carestía te salvará de la muerte, y en el combate, del filo de la espada;

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

20 En el hambre te redimirá de la muerte, y en la guerra, del poder de la espada.

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Job 5:20
15 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Los rescata de la muerte y los mantiene con vida en tiempos de hambre.


»¿Debo rescatarlos de la tumba? ¿Debo redimirlos de la muerte? ¡Oh muerte, haz salir tus horrores! ¡Tumba, desata tus plagas! Ya no les tendré compasión.


El Señor no dejará que el justo pase hambre, pero se niega a satisfacer los antojos del perverso.


No serán avergonzados en tiempos difíciles; tendrán más que suficiente aun en tiempo de hambre.


Los cuervos le llevaban pan y carne por la mañana y por la noche, y él bebía del arroyo.


Dios me hizo llegar antes que ustedes para salvarles la vida a ustedes y a sus familias, y preservar la vida de muchos más.


Aunque las higueras no florezcan y no haya uvas en las vides, aunque se pierda la cosecha de oliva y los campos queden vacíos y no den fruto, aunque los rebaños mueran en los campos y los establos estén vacíos,


¡Pues tú concedes la victoria a los reyes! Rescataste a tu siervo David de la espada mortal.


Aunque un ejército poderoso me rodee, mi corazón no temerá. Aunque me ataquen, permaneceré confiado.


Oirán de guerras y de amenazas de guerras, pero no se dejen llevar por el pánico. Es verdad, esas cosas deben suceder, pero el fin no vendrá inmediatamente después.


estos son los que habitarán en las alturas. Las rocas de los montes serán su fortaleza; se les proveerá alimentos, y tendrán agua en abundancia.


Sin embargo, no pueden redimirse de la muerte pagándole un rescate a Dios.


Así que el rey Sedequías mandó que no regresaran a Jeremías al calabozo. En cambio, lo encerró en el patio de la guardia del palacio real. El rey también ordenó que cada día se le diera a Jeremías un pan recién horneado mientras hubiera pan en la ciudad. Así que Jeremías fue puesto en la prisión del palacio.


El Señor me castigó severamente, pero no me dejó morir.


Como has confiado en mí, te daré tu vida como recompensa; te rescataré y te mantendré seguro. ¡Yo, el Señor, he hablado!’”».


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