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Job 42:10 - Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Cuando Job oró por sus amigos, el Señor le restauró su bienestar. Es más, ¡el Señor le dio el doble de lo que antes tenía!

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Biblia Reina Valera 1960

10 Y quitó Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Yavé hizo que la nueva situación de Job superara la anterior, porque había intercedido por sus amigos y aun Yavé aumentó al doble todos los bienes de Job.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Y al orar por sus amigos, YHVH restauró a Job de su cautividad, y aumentó YHVH al doble todo lo que Job había poseído.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Tras haber intercedido Job por sus amigos, Yahveh restableció su situación y le devolvió el doble de cuanto antes había poseído.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Y Jehová mudó la aflicción de Job, cuando él oró por sus amigos. Y Jehová aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job.

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Job 42:10
34 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

entonces el Señor tu Dios te devolverá tu bienestar. Tendrá misericordia de ti y te volverá a reunir de entre todas las naciones por donde te dispersó.


Hablen con ternura a Jerusalén y díganle que se acabaron sus días tristes y que sus pecados están perdonados. Sí, el Señor le dio doble castigo por todos sus pecados».


Disfrutarán de una doble honra en lugar de vergüenza y deshonra. Poseerán una doble porción de prosperidad en su tierra, y una alegría eterna será suya.


La verdadera humildad y el temor del Señor conducen a riquezas, a honor y a una larga vida.


¿Quién vendrá del monte Sion para rescatar a Israel? Cuando el Señor restaure a su pueblo, Jacob gritará de alegría e Israel se gozará.


Cuando el Señor trajo a los desterrados de regreso a Jerusalén, ¡fue como un sueño!


¿Acaso no fueron mis manos las que hicieron el cielo y la tierra?”.


Poseía siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes y quinientas burras; también tenía muchos sirvientes. En realidad, era la persona más rica de toda aquella región.


La plata es mía y el oro es mío, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales.


El Señor estaba tan enojado con Aarón que también quería destruirlo a él; pero oré por Aarón, y el Señor le perdonó la vida.


Entonces Moisés clamó al Señor: —¡Oh Dios, te suplico que la sanes!


Dijeron: «¿Ha hablado el Señor solamente por medio de Moisés? ¿Acaso no ha hablado también a través de nosotros?». Y el Señor los oyó.


Cayó de rodillas gritando: «¡Señor, no los culpes por este pecado!». Dicho eso, murió.


Amasías le preguntó al hombre de Dios: —¿Pero qué de toda esa plata que pagué para contratar al ejército de Israel? El hombre de Dios contestó: —¡El Señor puede darle a usted mucho más que eso!


»Entonces el hombre rico dijo: “Por favor, padre Abraham, al menos envíalo a la casa de mi padre.


El Señor hace a algunos pobres y a otros ricos; a unos derriba y a otros levanta.


Acuérdate del Señor tu Dios. Él es quien te da las fuerzas para obtener riquezas, a fin de cumplir el pacto que les confirmó a tus antepasados mediante un juramento.


Entonces Abraham oró a Dios, y Dios sanó a Abimelec, a su esposa y a sus siervas para que pudieran tener hijos.


Sin embargo, toda la comunidad comenzó a decir que apedrearan a Josué y a Caleb. Entonces la gloriosa presencia del Señor se apareció a todos los israelitas en el tabernáculo.


¿Quién vendrá del monte Sion para rescatar a Israel? Cuando Dios restaure a su pueblo, Jacob gritará de alegría e Israel se gozará.


Honramos en gran manera a quienes resisten con firmeza en tiempo de dolor. Por ejemplo, han oído hablar de Job, un hombre de gran perseverancia. Pueden ver cómo al final el Señor fue bueno con él, porque el Señor está lleno de ternura y misericordia.


Él levanta al pobre del polvo y al necesitado del basurero. Los pone entre los príncipes y los coloca en los asientos de honor. Pues toda la tierra pertenece al Señor, y él puso en orden el mundo.


Así que Elifaz el temanita, Bildad el suhita y Zofar el naamatita hicieron lo que el Señor les mandó, y el Señor aceptó la oración de Job.


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