Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Job 31:23 - Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Eso sería mejor que enfrentarme al juicio de Dios. Si la majestad de Dios está en mi contra, ¿qué esperanza queda?

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

23 Porque temí el castigo de Dios, Contra cuya majestad yo no tendría poder.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Porque temo los castigos de Dios y no podría resistir ante su majestad.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

23 Porque temo el castigo de Dios, Ante cuya majestad no puedo hacer nada.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Pues el terror de Dios me invadiría, y a su majestad no podría resistir.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

23 Porque temí el castigo de Dios, contra cuya alteza yo no tendría poder.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Job 31:23
15 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Me estremezco por mi temor a ti; quedo en temor reverente ante tus ordenanzas.


¿No les da terror su majestad? ¿No los deja abrumados el temor que sienten por él?


Dado que entendemos nuestra temible responsabilidad ante el Señor, trabajamos con esmero para persuadir a otros. Dios sabe que somos sinceros, y espero que ustedes también lo sepan.


El día del Señor está cerca, el día cuando la destrucción viene de parte del Todopoderoso. ¡Qué terrible será aquel día!


Griten de terror, porque ha llegado el día del Señor, el momento para que el Todopoderoso destruya.


¡Con razón eres tan temido! ¿Quién puede quedar en pie ante ti cuando estalla tu ira?


¿Acaso eres tan fuerte como Dios? ¿Puede tronar tu voz como la suya?


Que vean con sus propios ojos su destrucción, y beban en abundancia del enojo del Todopoderoso.


Que Dios les llene la vida de problemas; que Dios haga llover su enojo sobre ellos.


Nadie aquí tiene más autoridad que yo. Él no me ha negado nada, con excepción de usted, porque es su esposa. ¿Cómo podría yo cometer semejante maldad? Sería un gran pecado contra Dios.


Los gobernadores anteriores, por contraste, impusieron pesadas cargas al pueblo, al exigir una ración diaria de comida y vino, además de cuarenta piezas de plata. Hasta sus ayudantes se aprovechaban del pueblo. Sin embargo, como yo temía a Dios, no actué de esa manera.


Vivo aterrorizado; mi honor ha volado con el viento, y mi prosperidad se ha desvanecido como una nube.


¿No es calamidad para los malvados y desgracia para quienes hacen el mal?


Desde mi juventud, estoy enfermo y al borde de la muerte. Me encuentro indefenso y desesperado ante tus terrores.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម