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Job 23:10 - Biblia Nueva Traducción Viviente

10 »Sin embargo, él sabe a dónde yo voy; y cuando me ponga a prueba, saldré tan puro como el oro.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Mas él conoce mi camino; Me probará, y saldré como oro.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Mas El me conoce, sea que ande o que me pare, y si me prueba en el crisol, saldré puro.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Pero ya que Él conoce el camino que yo sigo,° Que me pruebe, y saldré como el oro.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Mas él conoce todos mis pasos; que me pruebe en el crisol, y saldré como oro puro.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Mas Él conoce el camino donde voy; me probará, y saldré como oro.

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Job 23:10
32 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Dios bendice a los que soportan con paciencia las pruebas y las tentaciones, porque después de superarlas, recibirán la corona de vida que Dios ha prometido a quienes lo aman.


Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica. Está siendo probada de la misma manera que el fuego prueba y purifica el oro, aunque la fe de ustedes es mucho más preciosa que el mismo oro. Entonces su fe, al permanecer firme en tantas pruebas, les traerá mucha alabanza, gloria y honra en el día que Jesucristo sea revelado a todo el mundo.


A este último grupo lo pasaré por el fuego y los haré puros. Los refinaré como se refina la plata y los purificaré como se purifica el oro. Invocarán mi nombre y yo les responderé. Les diré: “Este es mi pueblo”, y ellos dirán: “El Señor es nuestro Dios”».


Nos pusiste a prueba, oh Dios; nos purificaste como se purifica la plata.


El fuego prueba la pureza del oro y de la plata, pero el Señor prueba el corazón.


Pusiste a prueba mis pensamientos y examinaste mi corazón durante la noche; me has escudriñado y no encontraste ningún mal. Estoy decidido a no pecar con mis palabras.


Fue por la fe que Abraham ofreció a Isaac en sacrificio cuando Dios lo puso a prueba. Abraham, quien había recibido las promesas de Dios, estuvo dispuesto a sacrificar a su único hijo, Isaac,


Sin embargo, la verdad de Dios se mantiene firme como una piedra de cimiento con la siguiente inscripción: «El Señor conoce a los que son suyos», y «Todos los que pertenecen al Señor deben apartarse de la maldad».


Le preguntó por tercera vez: —Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? A Pedro le dolió que Jesús le dijera la tercera vez: «¿Me quieres?». Le contestó: —Señor, tú sabes todo. Tú sabes que yo te quiero. Jesús dijo: —Entonces, alimenta a mis ovejas.


Pues el Señor cuida el sendero de los justos, pero la senda de los malos lleva a la destrucción.


Recuerda cómo el Señor tu Dios te guio por el desierto durante cuarenta años, donde te humilló y te puso a prueba para revelar tu carácter y averiguar si en verdad obedecerías sus mandatos.


«Acuérdate, oh Señor, que siempre te he sido fiel y te he servido con singular determinación, haciendo siempre lo que te agrada»; y el rey se echó a llorar amargamente.


Yo lo escogí a fin de que él ordene a sus hijos y a sus familias que se mantengan en el camino del Señor haciendo lo que es correcto y justo. Entonces yo haré para Abraham todo lo que he prometido».


pero si la obra se consume, el constructor sufrirá una gran pérdida. El constructor se salvará, pero como quien apenas se escapa atravesando un muro de llamas.


Dejen de suponer que soy culpable, porque no he hecho nada malo.


Pues nos examinas cada mañana y nos pruebas a cada momento.


Las personas sinceras pueden razonar con él, así que mi juez me absolvería para siempre.


No lo veo en el norte, porque está escondido; miro al sur, pero él está oculto.


Que Dios me pese en la balanza de justicia, porque sabe que soy íntegro.


Acaba con la maldad de los perversos, y defiende al justo. Pues tú miras lo profundo de la mente y del corazón, oh Dios justo.


El Señor examina tanto a los justos como a los malvados y aborrece a los que aman la violencia.


Pues he permanecido en los caminos del Señor; no me he apartado de mi Dios para seguir el mal.


Aunque sabes que no soy culpable, no hay quien me rescate de tus manos.


¿No ve Dios todo lo que hago y cada paso que doy?


Dijiste: “Yo soy puro; no tengo pecado; soy inocente; no tengo culpa.


En cuanto a mí, Señor, tú conoces mi corazón; me ves y pruebas mis pensamientos. ¡Arrastra a esta gente como se lleva a las ovejas al matadero! ¡Apártalos para la masacre!


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