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Job 19:5 - Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Creen que son mejores que yo al usar mi humillación como prueba de mi pecado;

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Biblia Reina Valera 1960

5 Pero si vosotros os engrandecéis contra mí, Y contra mí alegáis mi oprobio,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Si quieren triunfar de mí y reprocharme por mi humillación,

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Pero si en realidad queréis engrandeceros sobre mí, Y alegar contra mí mi oprobio,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Mas vosotros os alzáis contra mí, queréis hallarme culpable.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 Mas si vosotros os engrandecéis contra mí, y contra mí invocáis mi oprobio,

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Job 19:5
16 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

No es un enemigo el que me hostiga; eso podría soportarlo. No son mis adversarios los que me insultan con tanta arrogancia; de ellos habría podido esconderme.


Dije en oración: «No dejes que mis enemigos se burlen de mí, ni que se regodeen en mi caída».


Que sean humillados y avergonzados los que se alegran de mis dificultades; que sean cubiertos de vergüenza y de deshonra los que triunfan sobre mí.


—¡Tú naciste pecador hasta la médula! —le respondieron—. ¿Acaso tratas de enseñarnos a nosotros? Y lo echaron de la sinagoga.


—Rabí, ¿por qué nació ciego este hombre? —le preguntaron sus discípulos—. ¿Fue por sus propios pecados o por los de sus padres?


«¡Qué bondadoso es el Señor! —exclamó ella—. Me ha quitado la vergüenza de no tener hijos».


»El Señor dará primero la victoria al resto de Judá, antes que a Jerusalén, para que el pueblo de Jerusalén y el linaje real de David no tengan mayor honor que el resto de Judá.


Recibirán el pago de su orgullo, porque se burlaron del pueblo del Señor de los Ejércitos Celestiales.


¡Enemigos míos, no se regodeen de mí! Pues aunque caiga, me levantaré otra vez. Aunque esté en oscuridad, el Señor será mi luz.


En aquel día quedarán tan pocos hombres que siete mujeres pelearán por uno solo y le dirán: «¡Deja que todas nos casemos contigo! Nos ocuparemos de nuestra propia comida y ropa. Solo déjanos tomar tu apellido, para que no se burlen de nosotras diciendo que somos solteronas».


Sé que soy de tu agrado, porque no permitiste que mis enemigos triunfaran sobre mí.


Me dijeron: «Las cosas no andan bien. Los que regresaron a la provincia de Judá tienen grandes dificultades y viven en desgracia. La muralla de Jerusalén fue derribada, y las puertas fueron consumidas por el fuego».


De manera que Penina se mofaba y se reía de Ana porque el Señor no le había permitido tener hijos.


Aunque yo hubiera pecado, eso es asunto mío y no de ustedes.


En cambio, eres tú, mi par, mi compañero y amigo íntimo.


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