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Job 16:13 - Biblia Nueva Traducción Viviente

13 y ahora sus arqueros me rodean. Sus flechas me atraviesan sin misericordia y el suelo está empapado con mi sangre.

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Biblia Reina Valera 1960

13 Me rodearon sus flecheros, Partió mis riñones, y no perdonó; Mi hiel derramó por tierra.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Me convirtió en su blanco, por doquier me apuntan sus flechas; traspasa mis entrañas sin piedad y derrama por el suelo mi hiel.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Sus arqueros me hostigan en derredor, Y atraviesa mis riñones sin piedad. Derrama mi hiel por tierra,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Silban junto a mí sus disparos, me traspasa los riñones sin piedad, esparce por tierra mi hiel.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

13 Me rodearon sus arqueros, partió mis riñones, y no perdonó: Mi hiel derramó por tierra.

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Job 16:13
16 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Cuando les arranquen la flecha de la espalda, la punta brillará con sangre. El terror de la muerte los invade.


Pues el Todopoderoso me ha derribado con sus flechas; y el veneno de ellas infecta mi espíritu. Los terrores de Dios están alineados contra mí.


Lloré hasta que no tuve más lágrimas; mi corazón está destrozado. Mi espíritu se derrama de angustia al ver la situación desesperada de mi pueblo. Los niños y los bebés desfallecen y mueren en las calles.


Dios tampoco perdonó al mundo antiguo, aparte de Noé y a los otros siete miembros de su familia. Noé advirtió al mundo del justo juicio de Dios, y por eso Dios lo protegió cuando destruyó, con un gran diluvio, el mundo de los que vivían sin Dios.


Si Dios no se guardó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿no nos dará también todo lo demás?


»Tan cierto como que yo vivo, dice el Señor Soberano, te eliminaré por completo. No te tendré ninguna lástima porque has contaminado mi templo con tus imágenes repugnantes y tus pecados detestables.


Disparó sus flechas a lo profundo de mi corazón.


Yo mismo lo veré; así es, lo veré con mis propios ojos. ¡Este pensamiento me llena de asombro!


Al menos puedo consolarme con esto: a pesar del dolor, no he negado las palabras del Santo;


Y el Señor jamás perdonará a los que piensan así. Por el contrario, su enojo y su celo arderán contra ellos. Les caerán encima todas las maldiciones escritas en este libro, y el Señor borrará sus nombres de la faz de la tierra.


Los arqueros lo atacaron ferozmente; le dispararon y lo hostigaron.


Sus tropas avanzan y construyen caminos para atacarme; acampan alrededor de mi carpa.


¿Quién puede contar su ejército celestial? ¿No brilla su luz en toda la tierra?


Tensa el arco contra su pueblo como si él fuera su enemigo. Utiliza su fuerza contra ellos para matar a sus mejores jóvenes. Su furia se derrama como fuego sobre la bella Jerusalén.


Me arrastró fuera del camino, me descuartizó y me dejó indefenso y destruido.


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