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Job 11:13 - Biblia Nueva Traducción Viviente

13 »¡Si tan solo prepararas tu corazón y levantaras tus manos a él en oración!

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Biblia Reina Valera 1960

13 Si tú dispusieres tu corazón, Y extendieres a él tus manos;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Pon la mano, pues, en tu corazón y tiende tus manos hacia El,

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Si tú dispusieras tu corazón, Y extendieras a Él tus manos,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Si tú levantas tu corazón a Dios y tiendes tus manos hacia él,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

13 Si tú apercibieres tu corazón, y extendieres a Él tus manos;

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Job 11:13
18 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

A ti levanto mis manos en oración; tengo sed de ti como la tierra reseca tiene sed de lluvia. Interludio


Los ojos se me cegaron de tantas lágrimas. Cada día suplico tu ayuda, oh Señor; levanto a ti mis manos para pedir misericordia.


Entonces no serán obstinados, rebeldes e infieles como sus antepasados, quienes se negaron a entregar su corazón a Dios.


Entonces Samuel le dijo a todo el pueblo de Israel: «Si de todo corazón desean volver al Señor, desháganse de sus dioses ajenos y de las imágenes de Astoret. Dediquen su corazón al Señor y obedézcanlo solamente a él; entonces él los rescatará de los filisteos».


»Un siervo que sabe lo que su amo quiere, pero no se prepara ni cumple las instrucciones, será severamente castigado.


Que Egipto venga con regalos de metales preciosos; que Etiopía le lleve tributo a Dios.


»Si yo estuviera en tu lugar, me acercaría a Dios y le presentaría mi caso.


Sin embargo, hay algo bueno en ti porque quitaste los postes dedicados a la diosa Asera por todo el territorio y has decidido buscar a Dios».


Fue un rey malvado, porque no buscó al Señor con todo el corazón.


»¡Pero considera la alegría de aquellos a quienes Dios corrige! Cuando peques, no menosprecies la disciplina del Todopoderoso.


¿Qué te ha quitado la razón? ¿Qué ha debilitado tu visión,


Si te vuelves al Todopoderoso, serás restaurado; por lo tanto, limpia tu vida.


Orarás a él, y te escuchará, y cumplirás los votos que le hiciste.


Cuando estaba en graves dificultades, busqué al Señor. Toda la noche oré con las manos levantadas hacia el cielo, pero mi alma no encontró consuelo.


—Muy bien —respondió Moisés—. En cuanto salga de la ciudad, levantaré mis manos y oraré al Señor. Entonces los truenos y el granizo cesarán, y sabrás que la tierra pertenece al Señor.


Levantemos nuestro corazón y nuestras manos al Dios del cielo y digamos:


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