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Job 1:10 - Biblia Nueva Traducción Viviente

10 siempre has puesto un muro de protección alrededor de él, de su casa y de sus propiedades. Has hecho prosperar todo lo que hace. ¡Mira lo rico que es!

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Biblia Reina Valera 1960

10 ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 ¿No lo has rodeado de un cerco de protección a él, a su familia y a todo cuanto tiene? Has bendecido el trabajo de sus manos y sus rebaños hormiguean por el país.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 ¿No has puesto un vallado en torno a él, y en torno a su casa, y en torno a todo cuanto posee? Porque has bendecido la obra de sus manos, y sus posesiones se desbordan por la tierra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 ¿No has levantado una valla en torno a él, a su casa y a sus bienes? Has bendecido sus empresas, y sus rebaños inundan la región.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 ¿No has hecho tú una cerca alrededor de él, y de su casa y de todo lo que tiene en derredor? El trabajo de sus manos has bendecido, y su hacienda ha crecido sobre la tierra.

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Job 1:10
29 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Pues el ángel del Señor es un guardián; rodea y defiende a todos los que le temen.


Entonces yo mismo seré un muro de fuego protector alrededor de Jerusalén, dice el Señor. ¡Y seré la gloria dentro de la ciudad!”.


Por la fe que tienen, Dios los protege con su poder hasta que reciban esta salvación, la cual está lista para ser revelada en el día final, a fin de que todos la vean.


La bendición del Señor enriquece a una persona y él no añade ninguna tristeza.


Después de un período de gloria, el Señor de los Ejércitos Celestiales me envió contra las naciones que los saquearon a ustedes. Pues él dijo: «Cualquiera que te dañe, daña a mi más preciada posesión.


¿Me he regodeado de mi riqueza y de todo lo que poseo?


Tiempo después, el Señor le habló a Abram en una visión y le dijo: —No temas, Abram, porque yo te protegeré, y tu recompensa será grande.


¡Cuánto los bendice! Allí crían familias numerosas y sus manadas de animales aumentan.


Y que el Señor nuestro Dios nos dé su aprobación y haga que nuestros esfuerzos prosperen. Sí, ¡haz que nuestros esfuerzos prosperen!


Te amará y te bendecirá y te dará muchos hijos. Hará fértil a tu tierra y a tus animales. Cuando llegues a la tierra que juró dar a tus antepasados, tendrás numerosas cosechas de granos, vino nuevo y aceite de oliva, y también grandes manadas de ganado, ovejas y cabras.


Cuando Isaac sembró sus cultivos ese año, cosechó cien veces más grano del que había plantado, porque el Señor lo bendijo.


Déjenme decirles ahora lo que haré con mi viña: echaré abajo sus cercos y dejaré que se destruya. Derrumbaré sus muros y dejaré que los animales la pisoteen.


Aró la tierra, le quitó las piedras y sembró en ella las mejores vides. En medio de su viña construyó una torre de vigilancia y talló un lagar en las rocas cercanas. Luego esperó una cosecha de uvas dulces, pero las uvas que crecieron eran amargas.


De hecho, día y noche fueron como un muro de protección para nosotros y nuestras ovejas.


El Dios eterno es tu refugio, y sus brazos eternos te sostienen. Él quita al enemigo de tu paso y grita: “¡Destrúyelo!”.


Me restaurarás incluso a mayor honor y me consolarás una vez más.


Así que el Señor bendijo a Job en la segunda mitad de su vida aún más que al principio. Pues ahora tenía catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil burras.


Que el Dios de tu padre te ayude; que el Todopoderoso te bendiga con bendiciones de los cielos de arriba, y con bendiciones de las aguas profundas de abajo, y con bendiciones de los pechos y del vientre.


Como resultado, Jacob se hizo muy rico, con grandes rebaños de ovejas y cabras, siervas y siervos, y muchos camellos y burros.


En verdad tenías muy poco antes de que yo llegara, pero tu riqueza aumentó enormemente. El Señor te ha bendecido mediante todo lo que he hecho. ¿Pero y yo, qué? ¿Cuándo podré comenzar a mantener a mi propia familia?


Pero ahora, ¿por qué has derribado nuestras murallas de modo que todos los que pasan pueden robarse nuestros frutos?


Pues tú bendices a los justos, oh Señor; los rodeas con tu escudo de amor.


Mis pasos se bañaban en crema y las rocas me derramaban aceite de oliva.


Oh Señor, bendice el servicio de los levitas y acepta todo el trabajo de sus manos. Hiere a sus enemigos donde más les duela y derriba a sus adversarios para que no vuelvan a levantarse».


Desde el día en que José quedó encargado de la casa y de las propiedades de su amo, el Señor comenzó a bendecir la casa de Potifar por causa de José. Todos los asuntos de la casa marchaban bien, y las cosechas y los animales prosperaron.


Poseía siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes y quinientas burras; también tenía muchos sirvientes. En realidad, era la persona más rica de toda aquella región.


«Añoro los días del pasado, cuando Dios me cuidaba,


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