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Jeremías 52:13 - Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Quemó por completo el templo del Señor, el palacio real y todas las casas de Jerusalén. Destruyó todos los edificios importantes de la ciudad.

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Biblia Reina Valera 1960

13 Y quemó la casa de Jehová, y la casa del rey, y todas las casas de Jerusalén; y destruyó con fuego todo edificio grande.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Incendió el Templo de Yavé, el palacio real y todas las casas de Jerusalén.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Y quemó la Casa de YHVH, y la casa real, y todas las casas de Jerusalem. Y destruyó con fuego todo edificio grande.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Incendió el templo, el palacio del rey y todas las casas de Jerusalén; prendió fuego también a todas las casas importantes.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

13 Y quemó la casa de Jehová, y la casa del rey, y todas las casas de Jerusalén; y le prendió fuego a todo grande edificio.

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Jeremías 52:13
32 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Por causa de ustedes, el monte Sion quedará arado como un campo abierto; ¡Jerusalén será reducida a escombros! Un matorral crecerá en las cumbres, donde ahora se encuentra el templo.


Oh Dios, naciones paganas conquistaron tu tierra, tu posesión más preciada. Profanaron tu santo templo y convirtieron a Jerusalén en un montón de ruinas.


Luego su ejército quemó el templo de Dios, derribó las murallas de Jerusalén, incendió todos los palacios y destruyó por completo todo lo que había de valor.


Cuando el Señor dé la orden, las casas, tanto grandes como pequeñas, serán reducidas a escombros.


Por lo tanto, haré caer fuego sobre Judá, y todas las fortalezas de Jerusalén serán destruidas».


El Señor rechazó su propio altar; desprecia su propio santuario. Entregó los palacios de Jerusalén a sus enemigos. Ellos gritan en el templo del Señor como si fuera un día de celebración.


Quemó por completo el templo del Señor, el palacio real y todas las casas de Jerusalén. Destruyó todos los edificios importantes de la ciudad.


Pero él les respondió: «¿Ven todos esos edificios? Les digo la verdad, serán demolidos por completo. ¡No quedará ni una sola piedra sobre otra!».


Líbano, abre tus puertas, para que el fuego pueda devorar tus bosques de cedro.


quien me dijo que se lo transmitiera a los israelitas. Esto dice el Señor Soberano: “Contaminaré mi templo, que es fuente de seguridad y orgullo para ustedes, el lugar en el que se deleita su corazón. Los hijos y las hijas que dejaron en Judá serán masacrados a espada.


Todas tus esposas e hijos serán entregados a los babilonios y tú no escaparás. El rey de Babilonia te apresará, y esta ciudad será incendiada.


llamaré a los ejércitos babilónicos para que regresen. Pelearán contra esta ciudad, la conquistarán y la incendiarán. Me aseguraré de que todas las ciudades de Judá sean destruidas y que nadie viva allí”».


Dice: “Construiré un palacio magnífico con habitaciones enormes y muchas ventanas. Lo revestiré con cedro fragante y lo pintaré de un rojo agradable”.


Entonces, tal como destruí a Silo, ahora también destruiré a este templo que lleva mi nombre, este templo al que acuden en busca de ayuda, este lugar que les di a ustedes y a sus antepasados.


y aunque ahora este templo sea imponente, todos los que pasen por allí quedarán horrorizados y darán un grito ahogado a causa del horror. Preguntarán: “¿Por qué habrá hecho el Señor cosas tan terribles a esta tierra y a este templo?”.


‘¡Entonces, ataquemos de noche y destruyamos sus palacios!’”».


Efectivamente, todas las casas de Jerusalén —incluso el palacio de los reyes de Judá— quedarán como Tofet, es decir, todas las casas donde quemaron incienso en las azoteas en honor a los astros como si fueran dioses o donde derramaron ofrendas líquidas a sus ídolos’”».


Pues he decidido traer desastre y no bien a esta ciudad, dice el Señor. Será entregada al rey de Babilonia, quien la reducirá a cenizas’”.


Y yo mismo los castigaré por ser tan pecadores, dice el Señor. Prenderé fuego a sus bosques y ese fuego incendiará todo a su alrededor”.


Los babilonios que están fuera de las murallas entrarán y prenderán fuego a la ciudad. Quemarán por completo todas estas casas, donde el pueblo provocó mi enojo al quemar incienso a Baal en las azoteas y al derramar ofrendas líquidas a otros dioses.


Así es, el Señor venció a Israel como lo hace un enemigo. Destruyó sus palacios y demolió sus fortalezas. Causó dolor y llanto interminable sobre la bella Jerusalén.


Derribó su templo como si fuera apenas una choza en el jardín. El Señor ha borrado todo recuerdo de los festivales sagrados y los días de descanso. Ante su ira feroz, reyes y sacerdotes caen juntos.


Quemarán tus casas y te castigarán frente a muchas mujeres. Yo pondré fin a tu prostitución y haré que no les pagues más a tus numerosos amantes.


El Señor decidió destruir las murallas de la bella Jerusalén. Hizo cuidadosos planes para su destrucción, después los llevó a cabo. Por eso, los terraplenes y las murallas cayeron ante él.


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