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Jeremías 49:4 - Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Estás orgullosa de tus fértiles valles, hija rebelde, pero pronto se convertirán en ruinas. Confiaste en tus riquezas y pensaste que nadie podría hacerte daño.

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Biblia Reina Valera 1960

4 ¿Por qué te glorías de los valles? Tu valle se deshizo, oh hija contumaz, la que confía en sus tesoros, la que dice: ¿Quién vendrá contra mí?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Eres bien orgullosa de tus valles, muchacha insolente; confiada en tus riquezas, dices: '¿Quién se atreverá a atacarme?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 ¿Por qué te glorías de tus valles, De tu valle de abundancia, Oh hija apóstata? Tú que confiaste en sus tesoros, Y decías: ¿Quién vendrá contra mí?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 ¿Por qué te ufanas de tus tropas? Tu tropa huye, hija rebelde, que confía en sus tesoros y dice: '¿Quién vendrá contra mí?'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 ¿Por qué te glorías de los valles? Tu valle se deshizo, oh hija infiel, la que confía en sus tesoros, la que dice: ¿Quién vendrá contra mí?

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Jeremías 49:4
18 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Enséñales a los ricos de este mundo que no sean orgullosos ni que confíen en su dinero, el cual es tan inestable. Deberían depositar su confianza en Dios, quien nos da en abundancia todo lo que necesitamos para que lo disfrutemos.


Yo pelearé personalmente contra el pueblo en Jerusalén, esa poderosa fortaleza, contra el pueblo que se jacta: ‘Nadie puede tocarnos aquí; nadie puede entrar aquí’.


Esto dice el Señor: «No dejen que el sabio se jacte de su sabiduría, o el poderoso, de su poder, o el rico, de sus riquezas.


Puesto que ustedes confiaron en sus riquezas y habilidades, serán tomados cautivos. ¡Su dios Quemos, con sus sacerdotes y funcionarios, serán llevados a tierras distantes!


»”Regresen a casa, ustedes, hijos descarriados —dice el Señor—, porque yo soy su amo. Los traeré de regreso a la tierra de Israel, uno de esta ciudad y dos de aquella familia, de todo lugar donde estén esparcidos.


No te ganes la vida mediante la extorsión ni pongas tu esperanza en el robo. Y si tus riquezas aumentan, no las hagas el centro de tu vida.


«Miren lo que les pasa a los guerreros poderosos que no ponen su confianza en Dios, sino que confían en sus riquezas y se vuelven más y más atrevidos en su maldad».


Ellos se fían de sus posesiones y se jactan de sus grandes riquezas.


Ella se glorificó a sí misma y vivió rodeada de lujos, ahora denle la misma proporción de tormento y tristeza. Ella se jactó en su corazón, diciendo: “Soy reina en mi trono. No soy ninguna viuda indefensa ni tengo motivos para lamentarme”.


Israel es obstinado como una vaquilla terca. ¿Debería el Señor alimentarlo como a un cordero en buenos pastizales?


Has sido engañada por tu propio orgullo y por el temor que inspirabas en los demás. Vives en una fortaleza de piedra y controlas las alturas de las montañas. Pero aun si haces tu nido con las águilas en las cumbres, te haré caer estrepitosamente», dice el Señor.


»Pero mi pueblo no quiso escucharme. Continuaron haciendo lo que querían, siguiendo los tercos deseos de su malvado corazón. Retrocedieron en vez de ir hacia adelante.


La riqueza del rico es su fortaleza; la pobreza del pobre es su ruina.


¿Hasta cuándo vagarás, mi hija descarriada? Pues el Señor hará que algo nuevo suceda: Israel abrazará a su Dios».


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