Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Jeremías 49:24 - Biblia Nueva Traducción Viviente

24 Damasco se volvió débil, y toda la gente trató de huir. El miedo, la angustia y el dolor se han apoderado de ella como a una mujer en trabajo de parto.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

24 Se desmayó Damasco, se volvió para huir, y le tomó temblor y angustia, y dolores le tomaron, como de mujer que está de parto.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

24 Damasco, acobardado, se dispone a huir, el terror la invade.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

24 Damasco se debilita, Y se apresta para huir, El temblor se ha apoderado de ella. Dominada por la angustia y los dolores, Como de mujer parturienta.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 Acobardada se halla Damasco, emprende la huida. El pánico se apodera de ella, angustia y dolores la toman como a la parturienta.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

24 Languideció Damasco, se volvió para huir, y el temor se apoderó de ella: angustia y dolores le tomaron, como de mujer que está de parto.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Jeremías 49:24
13 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Sin embargo, todo eso es solo el comienzo de los dolores del parto, luego vendrán más.


y todos se aterran. Les sobrevendrán punzadas de angustia, como las de una mujer que está de parto. Se miran unos a otros sin poder hacer nada, con el rostro encendido de miedo.


Hemos oído informes acerca del enemigo y las manos nos tiemblan de miedo. Punzadas de angustia se han apoderado de nosotros, como las de la mujer que está en trabajo de parto.


El rey de Babilonia ha oído informes acerca del enemigo y tiembla de miedo. Se apoderaron de él punzadas de angustia como a una mujer en trabajo de parto.


Luego le dijo a la mujer: «Haré más agudo el dolor de tu embarazo, y con dolor darás a luz. Y desearás controlar a tu marido, pero él gobernará sobre ti».


Oigo gritos, como los de una mujer que está de parto, los gemidos de una mujer dando a luz a su primer hijo. Es la bella Jerusalén, que respira con dificultad y grita: «¡Socorro! ¡Me están matando!».


Déjenme hacerles una pregunta: ¿Acaso los varones dan a luz? ¿Entonces por qué están parados allí con sus caras pálidas y con las manos apoyadas sobre el vientre como una mujer en parto?


Sus ciudades caerán y sus fortalezas serán tomadas. Aun los guerreros más poderosos estarán en agonía como mujeres en trabajo de parto.


¡Mira! El enemigo cae en picada como un águila, desplegando sus alas sobre Bosra. Aun los guerreros más poderosos estarán en agonía como mujer en trabajo de parto.


Tomarán sus rebaños y carpas, y sus pertenencias y camellos les serán quitados. Se escucharán voces de pánico en todas partes: “¡Somos atemorizados a cada paso!”.


Yo mismo iré con los enemigos de Elam para destrozarla. En mi ira feroz traeré gran desastre sobre el pueblo de Elam —dice el Señor—. Sus enemigos lo perseguirán con espada hasta que yo lo destruya por completo.


El sufrimiento ha llegado al pueblo como dolores de parto, pero son como un bebé que se resiste a nacer. ¡El momento de nacer ha llegado, pero siguen en la matriz!


Una nación entrará en guerra con otra, y un reino con otro reino. Habrá terremotos en muchas partes del mundo, y también hambres; pero eso es solo el comienzo de los dolores del parto, luego vendrán más.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម