Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Jeremías 39:16 - Biblia Nueva Traducción Viviente

16 «Dile a Ebed-melec el etíope: “Esto dice el Señor de los Ejércitos Celestiales, Dios de Israel: ‘Cumpliré en esta ciudad todas mis amenazas; enviaré desastre y no prosperidad. Tú mismo verás su destrucción,

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

16 Ve y habla a Ebed-melec etíope, diciendo: Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí yo traigo mis palabras sobre esta ciudad para mal, y no para bien; y sucederá esto en aquel día en presencia tuya.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Anda a decir a Abdemelec, el etíope: Así habla Yavé de los Ejércitos, el Dios de Israel: Ahora se van a cumplir mis palabras que anunciaban a esta ciudad, no felicidades sino calamidades, y tú mismo lo verás.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

16 Ve y habla a Ebed-melec, el etíope, diciendo: Así dice YHVH Sebaot, Dios de Israel: He aquí Yo traigo mis palabras sobre esta ciudad para mal y no para bien, y se cumplirán en aquel día en presencia tuya.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 'Vete a decir al cusita Ebedmélec lo siguiente: así dice Yahveh Sebaot, Dios de Israel: mira: voy a cumplir mis palabras acerca de esta ciudad para mal y no para bien. Se cumplirán ante ti en aquel día.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

16 Ve, y habla a Ebedmelec, el etíope, diciendo: Así dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: He aquí yo traigo mis palabras sobre esta ciudad para mal, y no para bien; y se cumplirán en aquel día en presencia tuya.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Jeremías 39:16
24 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Tú cumpliste tu palabra e hiciste con nosotros y nuestros gobernantes tal como habías advertido. Nunca hubo una calamidad tan grande como la que ocurrió en Jerusalén.


Pero todo lo que dije por medio de mis siervos, los profetas, les ocurrió a sus antepasados, tal como lo dije. En consecuencia, ellos se arrepintieron y dijeron: ‘Hemos recibido lo que merecíamos del Señor de los Ejércitos Celestiales. Él ha hecho lo que dijo que haría’”».


El cielo y la tierra desaparecerán, pero mis palabras no desaparecerán jamás.


Lo castigaré a él, a su familia y a sus ayudantes por sus pecados. Derramaré sobre ellos y sobre la gente de Jerusalén y de Judá todas las calamidades que prometí, porque no hicieron caso a mis advertencias’”».


»Por lo tanto, esto dice el Señor Dios de los Ejércitos Celestiales, Dios de Israel: “Dado que ustedes se niegan a escuchar o a responder cuando llamo, enviaré sobre Judá y Jerusalén todos los desastres con que los amenacé”».


llamaré a los ejércitos babilónicos para que regresen. Pelearán contra esta ciudad, la conquistarán y la incendiarán. Me aseguraré de que todas las ciudades de Judá sean destruidas y que nadie viva allí”».


En ese tiempo, Urías hijo de Semaías, de Quiriat-jearim, también profetizaba en nombre del Señor; y predijo el mismo terrible desastre contra la ciudad y la nación igual que Jeremías.


Dijeron: «Recuerden cuando Miqueas de Moreset profetizaba durante el reinado de Ezequías de Judá. Él le dijo al pueblo de Judá: “Esto dice el Señor de los Ejércitos Celestiales: ‘El monte Sion quedará arado como un campo abierto; ¡Jerusalén será reducida a escombros! Un matorral crecerá en las cumbres, donde ahora se encuentra el templo’”.


¡Pero si me matan, tengan por seguro que estarán matando a un inocente! La responsabilidad por semejante acción caerá sobre ustedes, sobre esta ciudad y sobre cada persona que vive en ella. Pues es totalmente cierto que el Señor me envió a decir cada palabra que ustedes han oído».


Por lo tanto, esto dice el Señor Dios de los Ejércitos Celestiales: «Debido a que mi pueblo habla de esta manera, mis mensajes saldrán de tu boca como llamas de fuego y quemarán al pueblo como si fuera leña.


Mis ojos vieron la caída de mis enemigos; mis oídos escucharon la derrota de mis perversos oponentes.


Así se cumplió el mensaje del Señor anunciado por medio de Jeremías. La tierra finalmente disfrutó de su tiempo de descanso, y quedó desolada hasta que se cumplieron los setenta años, tal como el profeta había dicho.


Pues los vigilaré para traerles desastre y no bien. Todos los de Judá que ahora viven en Egipto sufrirán guerra y hambre hasta que todos mueran.


Aunque sus enemigos los lleven al destierro, ordenaré a la espada que allí los mate. Estoy decidido a traerles desastre y no a ayudarlos».


tal como dijo que haría, pues este pueblo ha pecado contra el Señor y lo desobedeció. Por eso ocurrió.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម