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Jeremías 29:6 - Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Cásense y tengan hijos. Luego encuentren esposos y esposas para ellos para que tengan muchos nietos. ¡Multiplíquense! ¡No disminuyan!

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Biblia Reina Valera 1960

6 Casaos, y engendrad hijos e hijas; dad mujeres a vuestros hijos, y dad maridos a vuestras hijas, para que tengan hijos e hijas; y multiplicaos ahí, y no os disminuyáis.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Casen a sus hijos y a sus hijas para que se multipliquen y no disminuyan.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Tomad mujeres y engendrad hijos e hijas, tomad mujeres para vuestros hijos, y dad vuestras hijas a maridos, para que críen hijos e hijas; multiplicaos allá, y no os dejéis disminuir.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Tomad mujeres y engendrad hijos e hijas, tomad mujeres para vuestros hijos, dad maridos a vuestras hijas, multiplicaos allí y no disminuyáis.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 casaos, y engendrad hijos e hijas; dad esposas a vuestros hijos, y dad maridos a vuestras hijas, para que den a luz hijos e hijas; para que os multipliquéis ahí, y no os disminuyáis.

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Jeremías 29:6
16 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Tuvo treinta hijos y treinta hijas. Envió a sus hijas a casarse con hombres que no pertenecían a su clan, y trajo treinta mujeres jóvenes que tampoco eran de su clan para que se casaran con sus hijos. Ibzán fue juez de Israel durante siete años.


—¡De acuerdo! —respondió Labán—. Prefiero entregártela a ti que a cualquier otro. Quédate y trabaja para mí.


Aquí está Rebeca; tómala y vete. Efectivamente, que ella sea la esposa del hijo de tu amo, tal como el Señor lo ha dispuesto.


se estableció en el desierto de Parán, y su madre arregló que se casara con una mujer de la tierra de Egipto.


Así que yo aconsejo a estas viudas jóvenes que vuelvan a casarse, que tengan hijos y que cuiden de sus propios hogares. Entonces el enemigo no podrá decir nada en contra de ellas.


Cuando volvió a su casa, dijo a su padre y a su madre: —Me gusta una joven filistea de Timna y quiero casarme con ella. Consíganmela.


Le dijo a su padre Hamor: «Consígueme a esta joven pues quiero casarme con ella».


Ahora sean fructíferos y multiplíquense, y vuelvan a poblar la tierra».


Cuando Rebeca partía le dieron la siguiente bendición: «Hermana nuestra, ¡que llegues a ser la madre de muchos millones! Que tus descendientes sean fuertes y conquisten las ciudades de sus enemigos».


Tendrán que ir ustedes mismos a conseguirla por donde puedan. ¡Pero deberán producir la misma cantidad de ladrillos que antes!”».


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