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Jeremías 29:14 - Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Sí, me encontrarán —dice el Señor—. Pondré fin a su cautiverio y restableceré su bienestar. Los reuniré de las naciones adonde los envié y los llevaré a casa, de regreso a su propia tierra”.

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Biblia Reina Valera 1960

14 Y seré hallado por vosotros, dice Jehová, y haré volver vuestra cautividad, y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os arrojé, dice Jehová; y os haré volver al lugar de donde os hice llevar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Entonces haré que me encuentren; volverán sus desterrados, que yo reuniré de todos los países y de todos los lugares adonde los expulsé. Y luego los haré volver de donde fueron desterrados, palabra de Yavé.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Sí, Yo seré hallado por vosotros, dice YHVH, y haré volver vuestra cautividad, y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os había arrojado, dice YHVH; y os haré volver al lugar de donde hice que os llevaran en cautividad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 cuando me busquéis con todo vuestro corazón, me dejaré hallar por vosotros -oráculo de Yahveh-, cambiaré vuestra suerte, os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os he expulsado -oráculo de Yahveh- y os volveré al lugar de donde os he desterrado.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

14 Y seré hallado de vosotros, dice Jehová, y haré volver vuestra cautividad, y os reuniré de todas las naciones, y de todos los lugares adonde os arrojé, dice Jehová; y os haré volver al lugar de donde os hice ser llevados.

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Jeremías 29:14
44 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Pues se acerca la hora cuando restableceré el bienestar de mi pueblo, Israel y Judá. Los traeré a casa, a esta tierra que di a sus antepasados, y volverán a poseerla. ¡Yo, el Señor, he hablado!».


»Y tú, Salomón, hijo mío, aprende a conocer íntimamente al Dios de tus antepasados. Adóralo y sírvelo de todo corazón y con una mente dispuesta. Pues el Señor ve cada corazón y conoce todo plan y pensamiento. Si lo buscas, lo encontrarás; pero si te apartas de él, te rechazará para siempre.


Luego Isaías habló audazmente de parte de Dios y dijo: «Me encontraron personas que no me buscaban. Me mostré a los que no preguntaban por mí».


»Así que no temas, Jacob, mi siervo; no te dejes abatir, Israel —dice el Señor—. Pues desde tierras lejanas los traeré de regreso a casa, y sus hijos regresarán del destierro. Israel regresará a una vida de paz y tranquilidad, y nadie lo atemorizará.


Yo proclamo firmes promesas en público; no susurro cosas oscuras en algún rincón escondido. No le habría dicho al pueblo de Israel que me buscara si no fuera posible encontrarme. Yo, el Señor, solo digo la verdad, y solo declaro lo correcto.


Restaura nuestro bienestar, Señor, como los arroyos renuevan el desierto.


Cuando el Señor trajo a los desterrados de regreso a Jerusalén, ¡fue como un sueño!


Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza; siempre está dispuesto a ayudar en tiempos de dificultad.


Por lo tanto, que todos los justos oren a ti, mientras aún haya tiempo, para que no se ahoguen en las desbordantes aguas del juicio.


entonces el Señor tu Dios te devolverá tu bienestar. Tendrá misericordia de ti y te volverá a reunir de entre todas las naciones por donde te dispersó.


Pues, ¿qué gran nación tiene un dios que esté tan cerca de ellos de la manera que el Señor nuestro Dios está cerca de nosotros cada vez que lo invocamos?


En ese día los reuniré y los traeré de regreso a casa. Les daré un buen nombre, un nombre distinguido entre todas las naciones de la tierra, cuando, ante sus propios ojos, restauraré tu bienestar. ¡Yo, el Señor, he hablado!».


Pero estas naciones no conocen los pensamientos del Señor ni entienden su plan. No saben que las está reuniendo para golpearlas y pisotearlas como a gavillas de grano en el campo de trillar.


El Señor nos ha hecho justicia. Vengan, anunciemos en Jerusalén todo lo que hizo el Señor nuestro Dios.


Busquen al Señor mientras puedan encontrarlo; llámenlo ahora, mientras está cerca.


Traeré a mi pueblo Israel de su cautiverio en tierras lejanas; reedificarán sus ciudades que están en ruinas y nuevamente vivirán en ellas. Plantarán viñedos y huertos; comerán sus cosechas y beberán su vino.


»En el futuro, cuando experimentes todas las bendiciones y las maldiciones que te detallé y estés viviendo entre las naciones a las que el Señor tu Dios te haya desterrado, toma muy en serio todas estas instrucciones.


El Señor tu Dios te hará volver a la tierra que perteneció a tus antepasados, y será tuya de nuevo. ¡Entonces te hará aún más próspero y numeroso que tus antepasados!


»No tengas miedo, porque yo estoy contigo. Te reuniré a ti y a tus hijos del oriente y del occidente.


Les diré al norte y al sur: “Traigan a mis hijos e hijas de regreso a Israel desde los rincones más lejanos de la tierra.


»”Regresen a casa, ustedes, hijos descarriados —dice el Señor—, porque yo soy su amo. Los traeré de regreso a la tierra de Israel, uno de esta ciudad y dos de aquella familia, de todo lugar donde estén esparcidos.


Y la gente que sobreviva de esta nación malvada deseará morir en vez de vivir en el lugar donde los enviaré. ¡Yo, el Señor de los Ejércitos Celestiales, he hablado!


pero después regresaré y tendré compasión de todos ellos. Los llevaré de regreso a su tierra, cada nación a su propia heredad.


Dales este mensaje de parte del Señor Soberano: “Reuniré al pueblo de Israel de entre las naciones. Los regresaré a su propia tierra desde los lugares adonde fueron esparcidos.


Pero el Señor tendrá misericordia de los descendientes de Jacob y una vez más elegirá a Israel como su pueblo especial. Lo hará regresar para que se establezca otra vez en su propia tierra. Y gente de varias naciones vendrá para encontrarse con ellos y unirse al pueblo de Israel.


Esto dice el Señor: «Cuando del cautiverio traiga a Israel de regreso a casa y cuando restablezca su bienestar, Jerusalén será reedificada sobre sus ruinas y el palacio reconstruido como antes.


Pero ahora esto dice el Señor: «No llores más, porque te recompensaré —dice el Señor—. Tus hijos volverán a ti desde la tierra lejana del enemigo.


Hay esperanza para tu futuro —dice el Señor—. Tus hijos volverán a su propia tierra.


Esto dice el Señor de los Ejércitos Celestiales, Dios de Israel: «Cuando los traiga de regreso del cautiverio, el pueblo de Judá y sus ciudades volverán a decir: “¡El Señor te bendiga, oh casa de rectitud, oh monte santo!”.


»Ahora bien, esto dice el Señor Soberano: pondré fin a la cautividad de mi pueblo. ¡Tendré misericordia de todo Israel, pues yo protejo celosamente mi santa reputación!


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