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Jeremías 28:6 - Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Le dijo: «¡Amén! ¡Que tus profecías se vuelvan realidad! Espero que el Señor haga todo lo que tú dices. Espero que traiga de regreso los tesoros de este templo y a todos los cautivos;

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Biblia Reina Valera 1960

6 Y dijo el profeta Jeremías: Amén, así lo haga Jehová. Confirme Jehová tus palabras, con las cuales profetizaste que los utensilios de la casa de Jehová, y todos los transportados, han de ser devueltos de Babilonia a este lugar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Haga Yavé que se cumplan tus palabras y que devuelvan todos los objetos de la Casa de Yavé y a todos los cautivos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Dijo pues el profeta Jeremías: ¡Amén, así lo haga YHVH! ¡Cumpla YHVH tu profecía haciendo que los utensilios de la Casa de YHVH y todos los cautivos vuelvan de Babilonia a este lugar!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 dijo así el profeta Jeremías: '¡Así sea! ¡Que Yahveh lo haga así! ¡Que cumpla Yahveh las palabras que has profetizado, haciendo que vuelvan de Babilonia a este lugar los objetos del templo de Yahveh y todos los deportados!

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 Y el profeta Jeremías dijo: Amén, así lo haga Jehová. Confirme Jehová tus palabras, con las cuales profetizaste que los vasos de la casa de Jehová, y todos los trasportados, han de ser devueltos de Babilonia a este lugar.

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Jeremías 28:6
22 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Alaben al Señor, Dios de Israel, quien vive desde la eternidad hasta la eternidad. ¡Amén y amén!


—¡Amén! —respondió Benaía, hijo de Joiada—. Que el Señor, Dios de mi señor el rey, ordene que así sea.


Esto les dije para poder cumplir mi promesa a sus antepasados de darles a ustedes una tierra donde fluyen la leche y la miel, la tierra que hoy habitan’”. Entonces respondí: —¡Amén, Señor! Que así sea.


Entonces los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono. Exclamaron: «¡Amén! ¡Alabado sea el Señor!».


Y los cuatro seres vivientes decían: «¡Amén!». Y los veinticuatro ancianos se postraron y adoraron al Cordero.


»Escribe esta carta al ángel de la iglesia de Laodicea. Este es el mensaje de aquel que es el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la nueva creación de Dios:


Yo soy el que vive. Estuve muerto, ¡pero mira! ¡Ahora estoy vivo por siempre y para siempre! Y tengo en mi poder las llaves de la muerte y de la tumba.


Pues todas las promesas de Dios se cumplieron en Cristo con un resonante «¡sí!», y por medio de Cristo, nuestro «amén» (que significa «sí») se eleva a Dios para su gloria.


Pues, si alabas a Dios solamente en el espíritu, ¿cómo podrán los que no te entienden alabar a Dios contigo? ¿Cómo podrán unirse a tus agradecimientos cuando no entienden lo que dices?


Enseñen a los nuevos discípulos a obedecer todos los mandatos que les he dado. Y tengan por seguro esto: que estoy con ustedes siempre, hasta el fin de los tiempos».


No permitas que cedamos ante la tentación, sino rescátanos del maligno.


Dentro de dos años traeré de regreso todos los tesoros del templo que el rey Nabucodonosor llevó a Babilonia.


¿Deben pagar mal por bien? Han cavado una fosa para matarme, aunque intercedí por ellos y traté de protegerlos de tu enojo.


Señor, no he abandonado mi labor como pastor de tu pueblo ni he insistido que mandes desastres. Tú has oído todo lo que dije.


Alaben al Señor, Dios de Israel, quien vive desde siempre y para siempre. Que todo el pueblo diga: «¡Amén!». ¡Alabado sea el Señor!


¡Alaben al Señor para siempre! ¡Amén y amén!


¡Alaben su glorioso nombre por siempre! Que toda la tierra se llene de su gloria. ¡Amén y amén!


¡Alaben al Señor, Dios de Israel, quien vive desde siempre y para siempre! Y todo el pueblo exclamó: «¡Amén!», y alabó al Señor.


Ahora, que esta agua que trae la maldición entre en tu cuerpo y cause que tu abdomen se hinche y tu útero se encoja”. A la mujer se le exigirá decir: “Sí, que así sea”.


«Heldai, Tobías, y Jedaías traerán obsequios de plata y oro de los judíos desterrados en Babilonia. En cuanto lleguen, encuéntrate con ellos en la casa de Josías, hijo de Sofonías.


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