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Jeremías 18:15 - Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Pero mi pueblo no es confiable, porque me ha abandonado; quema incienso a ídolos inútiles. Tropezó y salió de los caminos antiguos y anduvo por senderos llenos de lodo.

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Biblia Reina Valera 1960

15 Porque mi pueblo me ha olvidado, incensando a lo que es vanidad, y ha tropezado en sus caminos, en las sendas antiguas, para que camine por sendas y no por camino transitado,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 ¡Y bien, mi pueblo me ha olvidado y quema incienso a cosas que no valen nada! Lo han desviado de sus caminos, de sus viejos senderos, para tomar caminos horrorosos, rutas intransitables.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Pues mi pueblo me ha olvidado, Y ofrece sus sacrificios a dioses vanos, Los hacen tropezar° en sus caminos, Los caminos antiguos, Para que anden por sendas, Por senderos no allanados,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Pues a mí me olvidó mi pueblo, incensaron a la nada. Los han hecho tropezar en sus caminos, en los antiguos senderos, para que anduvieran por veredas, por caminos no pisados;

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

15 Pero mi pueblo me ha olvidado, quemando incienso a las vanidades, y estas les han hecho tropezar en sus caminos, desviándoles de las sendas antiguas, para que caminen por veredas, por camino no preparado;

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Jeremías 18:15
35 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Esto dice el Señor: «Deténganse en el cruce y miren a su alrededor; pregunten por el camino antiguo, el camino justo, y anden en él. Vayan por esa senda y encontrarán descanso para el alma. Pero ustedes responden: “¡No, ese no es el camino que queremos!”.


pero cuanto más lo llamaba, más se alejaba de mí y ofrecía sacrificios a las imágenes de Baal y quemaba incienso a ídolos.


¿Se olvida una joven de sus joyas, o una recién casada de su vestido de bodas? Sin embargo, año tras año, mi pueblo se ha olvidado de mí.


Dios dice: «¡Reconstruyan el camino! Quiten las rocas y las piedras del camino para que mi pueblo pueda volver del cautiverio».


No obstante, ustedes, sacerdotes, han abandonado los caminos de Dios. Sus instrucciones hicieron que muchos cayeran en pecado. Corrompieron el pacto que hice con los levitas —dice el Señor de los Ejércitos Celestiales—.


Pues mi pueblo ha cometido dos maldades: me ha abandonado a mí —la fuente de agua viva— y ha cavado para sí cisternas rotas ¡que jamás pueden retener el agua!


Oh Señor, esperanza de Israel, serán avergonzados todos los que se alejan de ti. Serán enterrados en el polvo de la tierra, porque han abandonado al Señor, la fuente de agua viva.


Los ídolos son inútiles; ¡son mentiras ridículas! En el día del juicio, todos serán destruidos.


Como ven, todos son objetos necios y sin ningún valor; sus ídolos son tan vacíos como el viento.


De esta manera, ustedes afirman que no hay necesidad de honrar a los padres; y entonces anulan la palabra de Dios por el bien de su propia tradición.


La castigaré por todas las ocasiones en que quemaba incienso a las imágenes de Baal, cuando se ponía aretes y joyas y salía a buscar a sus amantes, olvidándose de mí por completo», dice el Señor.


Señor, ¡tú eres mi fuerza y mi fortaleza, mi refugio en el día de aflicción! Las naciones del mundo entero vendrán a ti y te dirán: «Nuestros antepasados nos han dejado una herencia despreciable, porque rendían culto a ídolos inútiles.


Esta es tu asignación, la porción que te he dado —dice el Señor—, porque ustedes me han olvidado y han puesto su confianza en dioses falsos.


Se escuchan voces en las alturas de las montañas desoladas, el llanto y las súplicas del pueblo de Israel. Pues han escogido caminos torcidos y se han olvidado del Señor su Dios.


Es mejor no comer carne ni beber vino ni hacer ninguna otra cosa que pudiera causar que otro creyente tropiece.


Esto dice el Señor de los Ejércitos Celestiales, Dios de Israel: “Ustedes y sus esposas han dicho: ‘Guardaremos nuestras promesas de quemar incienso y derramar ofrendas líquidas a la reina del cielo’ y por sus hechos han demostrado que hablaban en serio. ¡Así que vayan, cumplan sus promesas y votos a ella!”.


Han construido altares paganos a Baal y allí queman a sus hijos en sacrificio a Baal. Jamás ordené un acto tan horrendo; ¡ni siquiera me pasó por la mente ordenar semejante cosa!


¡Salgan por las puertas! ¡Preparen la carretera para el regreso de mi pueblo! Emparejen el camino, saquen las rocas y levanten una bandera para que la vean todas las naciones.


Pues los líderes del pueblo lo han engañado; lo han llevado por la senda de la destrucción.


Líderes inmaduros oprimen a mi pueblo, y las mujeres lo gobiernan. Oh pueblo mío, tus líderes te engañan; te llevan por el camino equivocado.


Tu perversidad traerá su propio castigo. El haberte alejado de mí te avergonzará. Verás qué malo y amargo es abandonar al Señor tu Dios y no temerle. ¡Yo, el Señor, el Señor de los Ejércitos Celestiales, he hablado!


tanto por sus propios pecados como por los de sus antepasados —dice el Señor—. También quemaron incienso en los montes y me insultaron en las colinas. ¡Les daré su merecido!


¿De verdad piensan que pueden robar, matar, cometer adulterio, mentir y quemar incienso a Baal y a los otros nuevos dioses que tienen,


¿Acaso la nieve desaparece de las cumbres del Líbano? ¿Quedan secos los arroyos helados que fluyen de esas montañas distantes?


Los ídolos son inútiles; ¡son mentiras ridículas! En el día del juicio todos serán destruidos.


Que el corazón se les derrita de pavor, porque la espada reluce en cada puerta de la ciudad. ¡Destella como un rayo y está pulida para la matanza!


No permitiré que oigas los insultos de las otras naciones y ellas dejarán de burlarse de ti. No serás una tierra que provoque la caída de su propia nación, dice el Señor Soberano”».


»Por esta razón la cercaré con espinos. Cerraré su paso con un muro para que pierda su rumbo.


Ellos despertaron mis celos al rendir culto a cosas que no son Dios; provocaron mi enojo con sus ídolos inútiles. Ahora yo despertaré sus celos con gente que ni siquiera es pueblo; provocaré su enojo por medio de gentiles insensatos.


Se negaron a obedecerte y no se acordaron de los milagros que habías hecho a favor de ellos. En cambio, se pusieron tercos y nombraron a un líder para que los llevara de regreso a su esclavitud en Egipto; pero tú eres Dios de perdón, bondadoso y misericordioso, lento para enojarte y rico en amor inagotable. No los abandonaste,


Pronunciaré juicio contra mi pueblo a causa de toda su maldad, por haberme abandonado y por quemar incienso a otros dioses. ¡Sí, ellos rinden culto a ídolos que hicieron con sus propias manos!


Entonces los habitantes de Judá y Jerusalén clamarán a sus ídolos y quemarán incienso ante ellos. ¡Pero los ídolos no los salvarán cuando caiga el desastre!


Miren ahora, gente de Judá: ustedes tienen tantos dioses como ciudades. Tienen tantos altares vergonzosos —altares para quemar incienso a su dios Baal— como calles hay en Jerusalén.


»Yo, el Señor de los Ejércitos Celestiales, el que plantó ese olivo, he ordenado que lo destruyan. Pues los pueblos de Israel y de Judá han hecho lo malo, y despertaron mi enojo al quemar incienso a Baal».


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