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Isaías 8:7 - Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Por lo tanto, el Señor los arrollará con una poderosa inundación del río Éufrates, el rey de Asiria con toda su gloria. La inundación desbordará todos los canales

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Biblia Reina Valera 1960

7 he aquí, por tanto, que el Señor hace subir sobre ellos aguas de ríos, impetuosas y muchas, esto es, al rey de Asiria con todo su poder; el cual subirá sobre todos sus ríos, y pasará sobre todas sus riberas;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Pues bien, el Señor hará subir contra ellos las aguas embravecidas y profundas del río Eufrates (que es el rey de Asiria con todo su poder). ¡Ya está saliendo de su lecho y corre por todas sus riberas!

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Sabed que Adonay los sumergirá en las aguas del Éufrates, Torrenciales e impetuosas (el rey de Asiria con todo su ejército), Que rebasan los cauces y desbordan las riberas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 por eso ved que el Señor hace subir contra ellos las aguas del Río, poderosas y caudalosas, -al rey de Asiria y toda su gloria-, que subirán sobre sus cauces, desbordarán todas sus riberas,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

7 por tanto, he aquí que el Señor hace subir sobre ellos las aguas del río, impetuosas y muchas, a saber, al rey de Asiria con toda su gloria; el cual subirá sobre todos sus cauces, y pasará sobre todas sus riberas;

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Isaías 8:7
38 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

El Señor, el Señor de los Ejércitos Celestiales, toca la tierra y esta se derrite, y todos sus habitantes lloran. La tierra sube como el río Nilo en tiempo de inundaciones, y luego vuelve a hundirse.


La tierra temblará a causa de sus acciones y todos harán duelo. La tierra subirá como el río Nilo en tiempo de inundaciones; se levantará y volverá a hundirse.


En ese día, el Señor contratará a una «navaja» procedente del otro lado del río Éufrates —el rey de Asiria— y la usará para afeitarte por completo: tu tierra, tus cosechas y tu pueblo.


»Luego el Señor hará venir sobre ti, sobre tu nación y sobre tu familia, hechos como nunca hubo desde que Israel se separó de Judá. ¡Pondrá al rey de Asiria en tu contra!


»¡Mira! Estoy a punto de cubrir la tierra con un diluvio que destruirá a todo ser vivo que respira. Todo lo que hay en la tierra morirá,


Luego el ángel me dijo: «Las aguas donde la prostituta gobierna representan grandes multitudes de cada nación y lengua.


Pero arrasará a sus enemigos con una inundación arrolladora. Él perseguirá a sus enemigos en la oscuridad de la noche.


Arrasará a los grandes ejércitos que se le opongan, incluido un príncipe del pacto.


Sin embargo, los hijos del rey del norte reunirán un ejército poderoso que avanzará como una inundación y llevará el combate hasta la fortaleza del enemigo.


»Después de este período de sesenta y dos conjuntos de siete, matarán al Ungido sin que parezca haber logrado nada y surgirá un gobernante cuyos ejércitos destruirán la ciudad y el templo. El fin llegará con una inundación; guerra, y la miseria que acarrea, está decretada desde ese momento hasta el fin.


En el occidente, la gente respetará el nombre del Señor; en el oriente, lo glorificará. Pues él vendrá como una tempestuosa marea, impulsado por el aliento del Señor.


Los probaré con la cuerda de medir de la justicia y con la plomada de la rectitud. Puesto que su refugio está construido de mentiras, un granizo lo echará abajo. Puesto que está hecho de engaños, una inundación lo arrasará.


Que reine de mar a mar, y desde el río Éufrates hasta los extremos de la tierra.


Es como una persona que, para construir una casa, cava hondo y echa los cimientos sobre roca sólida. Cuando suben las aguas de la inundación y golpean contra esa casa, esta queda intacta porque está bien construida.


También enviaron saludos de parte del resto del pueblo que el gran y noble Asurbanipal había deportado y reubicado en Samaria y en todas las tierras vecinas de la provincia situada al occidente del río Éufrates.


»Y esto dice el Señor acerca del rey de Asiria: »“Sus ejércitos no entrarán en Jerusalén; ni siquiera lanzarán una sola flecha contra ella. No marcharán fuera de sus puertas con sus escudos ni levantarán terraplenes contra sus murallas.


«Qué aflicción le espera a Asiria, la vara de mi ira. Yo la empleo como garrote para expresar mi enojo.


Por lo tanto, el Señor, el Señor de los Ejércitos Celestiales, enviará una plaga entre las orgullosas tropas de Asiria, y un fuego ardiente consumirá su gloria.


El Señor abrirá un camino seco a través del golfo del mar Rojo. Moverá su mano sobre el río Éufrates y enviará un poderoso viento para dividirlo en siete corrientes, de manera que se podrá cruzar a pie con facilidad.


Pues el Señor enviará un poderoso ejército en su contra; como un potente granizo y una lluvia torrencial, se lanzarán sobre ella como las aguas embravecidas de una inundación y la aplastarán contra el suelo.


Cuando pases por aguas profundas, yo estaré contigo. Cuando pases por ríos de dificultad, no te ahogarás. Cuando pases por el fuego de la opresión, no te quemarás; las llamas no te consumirán.


Esto dice el Señor: «Del norte viene un diluvio que inundará la tierra. Destruirá la tierra y todo lo que hay en ella, tanto las ciudades como sus habitantes. La gente gritará de terror, y todos en la tierra gemirán.


El mar ha subido sobre Babilonia; está cubierta por las violentas olas.


»Esto dice el Señor Soberano: convertiré a Tiro en ruinas despobladas, como muchas otras. La sepultaré bajo las terribles oleadas del ataque enemigo. Los grandes mares te tragarán.


Pues la herida de mi pueblo es demasiado profunda para sanar. Ha llegado hasta Judá, aun hasta las puertas de Jerusalén.


Y él será la fuente de paz. Cuando los asirios invadan nuestra tierra y penetren en nuestras defensas, nombraremos a siete gobernantes para que nos vigilen, a ocho príncipes para que nos dirijan.


Un río trae gozo a la ciudad de nuestro Dios, el hogar sagrado del Altísimo.


Se jactan diciendo: «Hemos hecho un trato para burlar a la muerte y hemos llegado a un acuerdo para evitar la tumba. La destrucción que se aproxima nunca podrá tocarnos, porque nos hemos edificado un fuerte refugio hecho de mentiras y engaños».


Y él se levantará para dirigir a su rebaño con la fuerza del Señor y con la majestad del nombre del Señor su Dios. Entonces su pueblo vivirá allí tranquilo, porque él es exaltado con honores en todas partes.


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