Isaías 65:19 - Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁹ Me gozaré por Jerusalén y me deleitaré en mi pueblo. Y el sonido de los llantos y los lamentos jamás se oirá en ella.

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Biblia Reina Valera 1960

¹⁹ Y me alegraré con Jerusalén, y me gozaré con mi pueblo; y nunca más se oirán en ella voz de lloro, ni voz de clamor.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁹ Yo quedaré contento con Jerusalén y estaré feliz con mi pueblo. Ya no se oirán, en adelante, sollozos ni gritos de angustia,

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁹ Me alegraré con Jerusalem y me regocijaré con mi pueblo, Y ya no se oirán en ella voz de lamento y llantos.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁹ Me gozaré por Jerusalén y me alegraré por mi pueblo. No se oirá más en ella el clamor de llanto ni el clamor de quejido.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹⁹ Y me alegraré con Jerusalén, y me gozaré con mi pueblo; y nunca más se oirán en ella voz de lloro, ni voz de clamor.

Isaías 65:19 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Apocalipsis 21:4

Él les secará toda lágrima de los ojos, y no habrá más muerte ni tristeza ni llanto ni dolor. Todas esas cosas ya no existirán más».

Apocalipsis 7:17

Pues el Cordero que está en el trono será su Pastor. Él los guiará a manantiales del agua que da vida. Y Dios les secará cada lágrima de sus ojos.

Jeremías 32:41

Me gozaré en hacerles bien, y con fidelidad y de todo corazón los volveré a plantar en esta tierra.

Isaías 35:10

Regresarán los que han sido rescatados por el Señor; entrarán cantando a Jerusalén, coronados de gozo eterno, estarán llenos de regocijo y de alegría; desaparecerán el luto y la tristeza.

Isaías 25:8

¡Él devorará a la muerte para siempre! El Señor Soberano secará todas las lágrimas y quitará para siempre los insultos y las burlas contra su tierra y su pueblo. ¡El Señor ha hablado!

Sofonías 3:17

Pues el Señor tu Dios vive en medio de ti. Él es un poderoso salvador. Se deleitará en ti con alegría. Con su amor calmará todos tus temores. Se gozará por ti con cantos de alegría».

Isaías 60:20

Tu sol nunca se pondrá; tu luna nunca descenderá. Pues el Señor será tu luz perpetua. Tus días de duelo llegarán a su fin.

Isaías 51:11

Regresarán los que fueron rescatados por el Señor y entrarán cantando a Jerusalén, coronados de alegría eterna. Desaparecerán el dolor y el luto y estarán llenos de gozo y de alegría.

Jeremías 31:12

Vendrán a su tierra y entonarán canciones de alegría en las alturas de Jerusalén. Estarán radiantes debido a los buenos regalos del Señor: abundancia de grano, vino nuevo y aceite de oliva, y los rebaños y las manadas saludables. Su vida será como un jardín bien regado, y desaparecerán todas sus tristezas.

Isaías 51:3

El Señor volverá a consolar a Israel y tendrá piedad de sus ruinas. Su desierto florecerá como el Edén, sus lugares desolados como el huerto del Señor. Allí se encontrarán gozo y alegría; los cantos de gratitud llenarán el aire.

Cantares 3:11

Salgan a ver al rey Salomón, mujeres jóvenes de Jerusalén. Lleva puesta la corona que su madre le regaló el día de su boda, el día más feliz de su vida.

Lucas 15:5

Y, cuando la encuentre, la cargará con alegría en sus hombros y la llevará a su casa.

Lucas 15:3

Entonces Jesús les contó la siguiente historia:

Isaías 30:19

Oh pueblo de Sion, que vives en Jerusalén, ya no llorarás más. Él será compasivo si le pides ayuda; sin ninguna duda, él responderá a los clamores.

Zacarías 2:10

El Señor dice: «Grita y alégrate, oh Jerusalén hermosa, porque yo vengo a vivir en medio de ti.

Salmos 144:14

y que nuestros bueyes estén muy cargados de alimentos. Que ningún enemigo penetre nuestras murallas, ni nos lleve cautivos, ni haya gritos de alarma en las plazas de nuestras ciudades.

Ezequiel 36:15

No permitiré que oigas los insultos de las otras naciones y ellas dejarán de burlarse de ti. No serás una tierra que provoque la caída de su propia nación, dice el Señor Soberano”».

Sofonías 3:15

Pues el Señor quitará su mano de juicio y dispersará a los ejércitos de tus enemigos. ¡El Señor mismo, el Rey de Israel, vivirá en medio de ti! Por fin, se habrán terminado tus aflicciones y nunca jamás temerás el desastre.