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Isaías 64:3 - Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Cuando descendiste hace mucho tiempo, hiciste obras temibles, por encima de nuestras mayores expectativas. ¡Y cómo temblaron los montes!

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Biblia Reina Valera 1960

3 Cuando, haciendo cosas terribles cuales nunca esperábamos, descendiste, fluyeron los montes delante de ti.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Nunca se escuchó, ningún oído oyó, ni ojo alguno ha visto que un Dios, fuera de ti, hiciera tanto en favor de quienes confían en él.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Descendiste, Hiciste portentos que no esperábamos, Ante tu presencia se derritieron las montañas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 que nunca hasta entonces se habían oído! Ningún oído escuchó, ningún ojo vio que un Dios, fuera de ti, obre así con quien espera en él.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

3 Cuando hiciste cosas terribles, que no esperábamos, descendiste y se deslizaron las montañas ante tu presencia.

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Isaías 64:3
16 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

»¡Veo a Dios cruzando el desierto de Edom; el Santo viene desde el monte Parán! Su brillante esplendor llena los cielos, y la tierra se llena de su alabanza.


obras tan maravillosas en la tierra de Cam, hechos tan asombrosos en el mar Rojo.


Vengan y vean lo que nuestro Dios ha hecho, ¡los imponentes milagros que realiza a favor de la gente!


Díganle a Dios: «¡Qué imponentes son tus obras! Tus enemigos se arrastran ante tu gran poder.


Solamente él es tu Dios, el único digno de tu alabanza, el que ha hecho los milagros poderosos que viste con tus propios ojos.


Cuando él se detiene, la tierra se estremece. Cuando mira, las naciones tiemblan. Él derrumba las montañas perpetuas y arrasa las antiguas colinas. ¡Él es el Eterno!


¡Oh, si irrumpieras desde el cielo y descendieras! ¡Cómo temblarían los montes en tu presencia!


Él quiebra el orgullo de los príncipes, y los reyes de la tierra le temen.


la tierra tembló y los cielos derramaron lluvia a raudales delante de ti, el Dios del Sinaí, delante de Dios, el Dios de Israel.


¿Qué otra nación sobre la tierra es como tu pueblo Israel? ¿Qué otra nación, oh Dios, has redimido de la esclavitud para que sea tu pueblo? Te hiciste un gran nombre cuando redimiste a tu pueblo de Egipto. Realizaste imponentes milagros y expulsaste a las naciones y a los dioses que le impidieron el paso.


¿Existe algún otro dios que se haya atrevido a sacar a una nación de otra nación y hacerla suya con mano fuerte y brazo poderoso por medio de pruebas, señales asombrosas, milagros, guerras, y hechos aterradores? Eso fue precisamente lo que el Señor tu Dios hizo por ti en Egipto, frente a tus propios ojos.


El Señor respondió: —Escucha, yo hago un pacto contigo en presencia de todo tu pueblo. Realizaré milagros que jamás se han hecho en ningún lugar de la tierra ni en ninguna otra nación. Todos los que te rodean serán testigos del poder del Señor, el imponente despliegue de poder que yo haré por medio de ti.


Por eso el enojo del Señor arde contra su pueblo y ha levantado el puño para aplastarlo. Los montes tiemblan y los cadáveres de su pueblo están tirados por las calles como basura. Pero aun así, el enojo del Señor no está satisfecho. ¡Su puño todavía está listo para asestar el golpe!


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