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Isaías 63:19 - Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Algunas veces parece como si nunca te hubiéramos pertenecido; es como si nunca hubiéramos sido conocidos como tu pueblo.

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Biblia Reina Valera 1960

19 Hemos venido a ser como aquellos de quienes nunca te enseñoreaste, sobre los cuales nunca fue llamado tu nombre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Desde hace tiempo somos un pueblo que tú no gobiernas y que tu Nombre ya no protege. ¡Ah, si tú rasgaras los cielos y bajaras! Los cerros se derretirían al verte.

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 Hemos venido a ser como aquellos a quienes nunca gobernaste; Como aquellos sobre los cuales nunca fue invocado tu Nombre.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Somos desde hace tiempo como aquellos a los que tú no gobiernas, sobre los que no se invoca tu nombre.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

19 Nosotros somos tuyos. Tú nunca señoreaste sobre ellos, ellos nunca fueron llamados por tu nombre.

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Isaías 63:19
19 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

En esos tiempos, ustedes vivían apartados de Cristo. No se les permitía ser ciudadanos de Israel, y no conocían las promesas del pacto que Dios había hecho con ellos. Ustedes vivían en este mundo sin Dios y sin esperanza,


Ellos son el pueblo de Israel, elegidos para ser los hijos adoptivos de Dios. Él les reveló su gloria, hizo pactos con ellos y les entregó su ley. Les dio el privilegio de adorarlo y de recibir sus promesas maravillosas.


para que el resto de la humanidad busque al Señor, incluidos los gentiles, todos los que he llamado a ser míos. El Señor ha hablado,


En el pasado, él permitió que todas las naciones siguieran su propio camino,


Israel poseerá lo que quede de Edom y todas las naciones que he llamado a ser mías». El Señor ha hablado y cumplirá estas cosas.


El Señor dice: «Estaba listo para responder, pero nadie me pedía ayuda; estaba listo para dejarme encontrar, pero nadie me buscaba. “¡Aquí estoy, aquí estoy!”, dije a una nación que no invocaba mi nombre.


Pues el Señor escogió a Jacob para sí, a Israel, como su tesoro especial.


Derrama tu ira sobre las naciones que se niegan a reconocerte, sobre los reinos que no invocan tu nombre.


Derrama tu ira sobre las naciones que se niegan a reconocerte, sobre los pueblos que no invocan tu nombre. Pues han devorado a tu pueblo Israel; lo han devorado y consumido y han hecho de la tierra un desierto desolado.


Por poco tiempo tu pueblo santo poseyó tu lugar santo, y ahora nuestros enemigos lo han destruido.


¡Oh, si irrumpieras desde el cielo y descendieras! ¡Cómo temblarían los montes en tu presencia!


¿Estás confundido también? ¿Es nuestro guerrero valiente incapaz de salvarnos? Señor, tú estás aquí entre nosotros y somos conocidos como pueblo tuyo. ¡Por favor, no nos abandones ahora!».


Entonces todas las naciones del mundo verán que eres el pueblo elegido por el Señor y quedarán asombradas ante ti.


»Señor, cuando saliste de Seir y marchaste por los campos de Edom, la tierra tembló, y los cielos nublados derramaron lluvias torrenciales.


Las montañas temblaron ante la presencia del Señor, Dios del monte Sinaí, ante la presencia del Señor, Dios de Israel.


Abrió los cielos y descendió; había oscuras nubes de tormenta debajo de sus pies.


Voló montado sobre un poderoso ser angelical, remontándose sobre las alas del viento.


»Oh Dios mío, inclínate y escúchame. Abre tus ojos y mira nuestra desesperación. Mira cómo tu ciudad —la ciudad que lleva tu nombre— está en ruinas. Esto rogamos, no porque merezcamos tu ayuda, sino debido a tu misericordia.


»Oh Señor, óyenos. Oh Señor, perdónanos. ¡Oh Señor, escúchanos y actúa! Por amor a tu nombre, no te demores, oh mi Dios, porque tu pueblo y tu ciudad llevan tu nombre».


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