Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Isaías 62:1 - Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Debido a que amo a Sion, no me quedaré quieto. Debido a que mi corazón suspira por Jerusalén, no puedo quedarme callado. No dejaré de orar por ella hasta que su justicia resplandezca como el amanecer y su salvación arda como una antorcha encendida.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

1 Por amor de Sion no callaré, y por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que salga como resplandor su justicia, y su salvación se encienda como una antorcha.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Por amor a Sión no me callaré, por Jerusalén no quedaré tranquilo hasta que su justicia se haga claridad y su salvación brille como antorcha.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

1 Por amor de Sión no guardaré silencio, Por amor de Jerusalem no descansaré, Hasta que rompa la aurora de su justicia, Y arda la antorcha de su salvación.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Por amor de Sión no callaré, por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que salga como resplandor su justicia y brille como antorcha su salvación.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

1 Por amor a Sión no callaré, y por amor a Jerusalén no he de parar, hasta que salga como resplandor su justicia, y su salvación se encienda como una antorcha.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Isaías 62:1
30 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

El camino de los justos es como la primera luz del amanecer, que brilla cada vez más hasta que el día alcanza todo su esplendor.


Pero ustedes no son así porque son un pueblo elegido. Son sacerdotes del Rey, una nación santa, posesión exclusiva de Dios. Por eso pueden mostrar a otros la bondad de Dios, pues él los ha llamado a salir de la oscuridad y entrar en su luz maravillosa.


Por eso puede salvar —una vez y para siempre— a los que vienen a Dios por medio de él, quien vive para siempre, a fin de interceder con Dios a favor de ellos.


¡Despierta, oh Señor, despierta! ¡Vístete de fuerza! ¡Mueve tu poderoso brazo derecho! Levántate como en los días de antaño, cuando mataste a Egipto, al dragón del Nilo.


De la misma manera, dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial.


Vendrá gente de muchas naciones y dirá: «Vengan, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob. Allí él nos enseñará sus caminos y andaremos en sus sendas». Pues la enseñanza del Señor saldrá de Sion, y su palabra, de Jerusalén.


Que la lengua se me pegue al paladar si dejo de recordarte, si no hago de Jerusalén mi mayor alegría.


Mira a Sion con tu favor y ayúdala; reconstruye las murallas de Jerusalén.


Finalmente, amados hermanos, les pedimos que oren por nosotros. Oren para que el mensaje del Señor se difunda rápidamente y sea honrado en todo lugar adonde llegue, así como cuando les llegó a ustedes.


La tierra de Judá será la preciada posesión del Señor en la tierra santa y él elegirá una vez más a Jerusalén para ser su propia ciudad.


Y les dio las siguientes instrucciones: «La cosecha es grande, pero los obreros son pocos. Así que oren al Señor que está a cargo de la cosecha; pídanle que envíe más obreros a sus campos.


Abran las puertas a todos los que son justos; dejen entrar a los fieles.


Pues estoy listo para rectificar todo, no en un futuro lejano, ¡sino ahora mismo! Estoy listo para salvar a Jerusalén y mostrarle mi gloria a Israel.


¡Ah, si solo hubieras hecho caso a mis mandatos! Entonces habrías tenido una paz que correría como un río manso y una justicia que pasaría sobre ti como las olas del mar.


El Señor ha manifestado su santo poder ante los ojos de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la victoria de nuestro Dios.


Estarás segura bajo un gobierno justo e imparcial; tus enemigos se mantendrán muy lejos. Vivirás en paz, y el terror no se te acercará.


»Entonces su salvación llegará como el amanecer, y sus heridas sanarán con rapidez; su justicia los guiará hacia adelante y atrás los protegerá la gloria del Señor.


»¡Levántate, Jerusalén! Que brille tu luz para que todos la vean. Pues la gloria del Señor se levanta para resplandecer sobre ti.


Una oscuridad negra como la noche cubre a todas las naciones de la tierra, pero la gloria del Señor se levanta y aparece sobre ti.


¡Entonces esta ciudad me traerá gozo, gloria y honra ante todas las naciones de la tierra! ¡Ellas verán todo el bien que hago a mi pueblo y temblarán de asombro al ver la paz y prosperidad que le doy!


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម