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Isaías 55:7 - Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Que los malvados cambien sus caminos y alejen de sí hasta el más mínimo pensamiento de hacer el mal. Que se vuelvan al Señor, para que les tenga misericordia. Sí, vuélvanse a nuestro Dios, porque él perdonará con generosidad.

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Biblia Reina Valera 1960

7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Que el malvado deje sus caminos, y el criminal sus proyectos; vuélvanse a Yavé, que tendrá piedad de ellos, a nuestro Dios, que está siempre dispuesto a perdonar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 ¡Deje el malo su camino, Y el inicuo sus pensamientos, Y conviértase a YHVH, que se apiadará de él; A nuestro Dios, que es grande en perdonar!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Abandone el impío su camino, el hombre inicuo sus pensamientos, y vuelva a Yahveh, que se apiada de él, y a nuestro Dios, que perdona continuamente.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos; y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.

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Isaías 55:7
61 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Los que encubren sus pecados no prosperarán, pero si los confiesan y los abandonan, recibirán misericordia.


De la misma manera, hay alegría en presencia de los ángeles de Dios cuando un solo pecador se arrepiente».


He disipado tus pecados como una nube y tus ofensas como la niebla de la mañana. Vuelve a mí, porque yo pagué el precio para ponerte en libertad».


Cuando Dios vio lo que habían hecho y cómo habían abandonado sus malos caminos, cambió de parecer y no llevó a cabo la destrucción con que los había amenazado.


»Yo, sí, yo solo, borraré tus pecados por amor a mí mismo y nunca volveré a pensar en ellos.


pero si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, busca mi rostro y se aparta de su conducta perversa, yo oiré desde el cielo, perdonaré sus pecados y restauraré su tierra.


Ahora pues, arrepiéntanse de sus pecados y vuelvan a Dios para que sus pecados sean borrados.


Oh Jerusalén, limpia tu corazón para que seas salvada. ¿Hasta cuándo guardarás tus malos pensamientos?


Tan cierto como que yo vivo, dice el Señor Soberano, no me complace la muerte de los perversos. Solo quiero que se aparten de su conducta perversa para que vivan. ¡Arrepiéntanse! ¡Apártense de su maldad, oh pueblo de Israel! ¿Por qué habrían de morir?”.


Luego añadió: «Ahora vayan y aprendan el significado de la siguiente Escritura: “Quiero que tengan compasión, no que ofrezcan sacrificios”. Pues no he venido a llamar a los que se creen justos, sino a los que saben que son pecadores».


Si no hubiera confesado el pecado de mi corazón, mi Señor no me habría escuchado.


Primero les prediqué a los de Damasco, luego en Jerusalén y por toda Judea, y también a los gentiles: que todos tienen que arrepentirse de sus pecados y volver a Dios, y demostrar que han cambiado, por medio de las cosas buenas que hacen.


porque este hijo mío estaba muerto y ahora ha vuelto a la vida; estaba perdido y ahora ha sido encontrado”. Entonces comenzó la fiesta.


»Te digo que sus pecados —que son muchos— han sido perdonados, por eso ella me demostró tanto amor; pero una persona a quien se le perdona poco demuestra poco amor.


Todas esas vilezas provienen de adentro; esas son las que los contaminan».


Pues las montañas podrán moverse y las colinas desaparecer, pero aun así mi fiel amor por ti permanecerá; mi pacto de bendición nunca será roto —dice el Señor, que tiene misericordia de ti—.


Hablen con ternura a Jerusalén y díganle que se acabaron sus días tristes y que sus pecados están perdonados. Sí, el Señor le dio doble castigo por todos sus pecados».


Pues de adentro, del corazón de la persona, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, el robo, el asesinato,


Oh Israel, espera en el Señor, porque en el Señor hay amor inagotable; su redención sobreabunda.


Ten misericordia de mí, oh Dios, debido a tu amor inagotable; a causa de tu gran compasión, borra la mancha de mis pecados.


De esos deseos nacen los actos pecaminosos, y el pecado, cuando se deja crecer, da a luz la muerte.


Las sutiles artimañas de los canallas son maliciosas; traman planes torcidos. Mienten para condenar a los pobres, aun cuando la causa de los pobres es justa.


El Señor vio la magnitud de la maldad humana en la tierra y que todo lo que la gente pensaba o imaginaba era siempre y totalmente malo.


No tramen el mal unos contra otros. Dejen de amar el decir mentiras y jurar que son verdad. Yo odio todas esas cosas, dice el Señor».


Por eso incluso han faltado las lluvias de primavera. Pues eres una prostituta descarada y totalmente desvergonzada.


Sus pies corren para hacer lo malo y se apresuran a matar. Solo piensan en pecar; siempre hay sufrimiento y destrucción en sus caminos.


Si tan solo me obedecen, tendrán comida en abundancia.


Pero el Señor tendrá misericordia de los descendientes de Jacob y una vez más elegirá a Israel como su pueblo especial. Lo hará regresar para que se establezca otra vez en su propia tierra. Y gente de varias naciones vendrá para encontrarse con ellos y unirse al pueblo de Israel.


Pueblo mío, aunque eres rebelde y perverso, ven y regresa al Señor.


En un estallido de enojo aparté de ti mi rostro por un poco de tiempo. Pero con amor eterno tendré compasión de ti —dice el Señor, tu Redentor—.


»¡No! Esta es la clase de ayuno que quiero: pongan en libertad a los que están encarcelados injustamente; alivien la carga de los que trabajan para ustedes. Dejen en libertad a los oprimidos y suelten las cadenas que atan a la gente.


»Por lo tanto, diles a los israelitas: “Esto dice el Señor Soberano: ‘Arrepiéntanse y abandonen sus ídolos, y dejen de cometer ya sus pecados detestables.


»”Rey Nabucodonosor, por favor, acepte mi consejo. Deje de pecar y haga lo correcto. Apártese de su perverso pasado y sea compasivo con los pobres. Quizá, entonces, pueda seguir prosperando”.


y salió al encuentro del rey Asa cuando este volvía de la batalla. «¡Escúcheme, Asa! —le gritó—. ¡Escuchen, todos ustedes de Judá y de Benjamín! ¡El Señor permanecerá con ustedes mientras ustedes permanezcan con él! Cada vez que lo busquen, lo encontrarán; pero si lo abandonan, él los abandonará a ustedes.


pero cada vez que estaban en dificultades y se volvían al Señor, Dios de Israel, y lo buscaban, lo encontraban.


Por orden del rey se enviaron mensajeros por todo Israel y Judá con cartas que decían: «Oh pueblo de Israel, vuélvanse al Señor, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, para que él se vuelva a los pocos de nosotros que hemos sobrevivido la conquista de los reyes asirios.


Cuando oró, el Señor lo escuchó y se conmovió por su petición. Así que el Señor hizo que Manasés regresara a Jerusalén y a su reino. ¡Entonces Manasés finalmente se dio cuenta de que el Señor es el único Dios!


Si te vuelves al Todopoderoso, serás restaurado; por lo tanto, limpia tu vida.


Pero tú ofreces perdón, para que aprendamos a temerte.


El centinela contesta: «Ya llega la mañana, pero pronto volverá la noche. Si quieres preguntar otra vez, entonces regresa y pregunta».


»”Regresen a casa, ustedes, hijos descarriados —dice el Señor—, porque yo soy su amo. Los traeré de regreso a la tierra de Israel, uno de esta ciudad y dos de aquella familia, de todo lugar donde estén esparcidos.


En cambio, probemos y examinemos nuestros caminos y volvamos al Señor.


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