Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Isaías 55:5 - Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Tú también darás órdenes a naciones que no conoces, y pueblos desconocidos vendrán corriendo a obedecerte, porque yo, el Señor tu Dios, el Santo de Israel, te hice glorioso».

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

5 He aquí, llamarás a gente que no conociste, y gentes que no te conocieron correrán a ti, por causa de Jehová tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Así, tú ahora vas a llamar a una nación que no conocías, una nación que no te conocía correrá por verte. Esto será nada más que por Yavé, tu Dios, por el Santo de Israel, que te ha puesto arriba.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

5 He aquí, llamarás a gente que no conociste, Y gente que no te conocía correrá a ti, Por causa de YHVH tu Dios, Y del Santo de Israel, que te cubrió de gloria.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Mira: a gente que no conoces llamarás, y gentes que no te conocen correrán hacia ti por amor de Yahveh, tu Dios, del Santo de Israel, que te glorifica.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 He aquí, llamarás a una nación que no conocías, y naciones que no te conocían correrán a ti; a causa de Jehová tu Dios, y del Santo de Israel; porque Él te ha glorificado.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Isaías 55:5
30 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Son barcos de los confines de la tierra, de países que confían en mí, con los grandes barcos de Tarsis a la cabeza. Traen al pueblo de Israel de regreso a su hogar desde muy lejos, transportando su plata y su oro. Honrarán al Señor tu Dios, al Santo de Israel, porque él te ha llenado de esplendor.


Resplandecerán tus ojos, y tu corazón se estremecerá de alegría porque los mercaderes del mundo entero vendrán a ti. Te traerán las riquezas de muchos países.


Muchas naciones se unirán al Señor en ese día y ellos también serán mi pueblo. Viviré entre ustedes y sabrán que el Señor de los Ejércitos Celestiales me ha enviado a ustedes.


Mi gran aspiración siempre ha sido predicar la Buena Noticia donde nunca antes se ha oído el nombre de Cristo, y no donde otro ya ha comenzado una iglesia.


Luego Dios lo puso en el lugar de honor, a su derecha, como Príncipe y Salvador. Lo hizo para que el pueblo de Israel se arrepintiera de sus pecados y fuera perdonado.


Pues es el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob —el Dios de todos nuestros antepasados— quien dio gloria a su siervo Jesús al hacer este milagro. Es el mismo Jesús a quien ustedes rechazaron y entregaron a Pilato, a pesar de que Pilato había decidido ponerlo en libertad.


Pues el Señor Soberano, que hace volver a los marginados de Israel, dice: Traeré a otros también, además de mi pueblo Israel».


Vean cómo lo usé a él para manifestar mi poder entre los pueblos; lo convertí en un líder entre las naciones.


He jurado por mi propio nombre; he dicho la verdad y no faltaré a mi palabra: toda rodilla se doblará ante mí, y toda lengua me declarará su lealtad».


Me diste la victoria sobre los que me acusaban. Me nombraste gobernante de naciones; ahora me sirve gente que ni siquiera conozco.


El cetro no se apartará de Judá, ni la vara de mando de sus descendientes, hasta que venga aquel a quien le pertenece, aquel a quien todas las naciones honrarán.


Después de decir todas esas cosas, Jesús miró al cielo y dijo: «Padre, ha llegado la hora. Glorifica a tu Hijo para que él, a su vez, te dé la gloria a ti.


»Sin embargo, llegará el día cuando el pueblo de Israel será como la arena a la orilla del mar, ¡imposible de contar! Así que en el lugar donde se les dijo: “Ustedes no son mi pueblo”, se dirá: “Ustedes son hijos del Dios viviente”.


Y él alarmará a muchas naciones; los reyes quedarán mudos ante él. Verán lo que no se les había contado; entenderán lo que no habían oído hablar.


Él dice: «Harás algo más que devolverme al pueblo de Israel. Yo te haré luz para los gentiles, y llevarás mi salvación a los confines de la tierra».


Se preguntaban a qué tiempo y en qué circunstancias se refería el Espíritu de Cristo, que estaba en ellos, cuando les dijo de antemano sobre los sufrimientos de Cristo y de la inmensa gloria que después vendría.


Por eso, Cristo no se honró a sí mismo haciéndose Sumo Sacerdote, sino que fue elegido por Dios, quien le dijo: «Tú eres mi Hijo. Hoy he llegado a ser tu Padre».


Dios no se lo reveló a las generaciones anteriores, pero ahora, por medio de su Espíritu, lo ha revelado a sus santos apóstoles y profetas.


¿Acaso no profetizaron claramente que el Mesías tendría que sufrir todas esas cosas antes de entrar en su gloria?


No olviden que ustedes, los gentiles, antes estaban excluidos. Eran llamados «paganos incircuncisos» por los judíos, quienes estaban orgullosos de la circuncisión, aun cuando esa práctica solo afectaba su cuerpo, no su corazón.


»Me diste la victoria sobre los que me acusaban. Me preservaste como gobernante de naciones; ahora me sirve gente que ni siquiera conozco.


Esto dice el Señor: «Gobernarás a los egipcios, a los etíopes y a los sabeos. Ellos acudirán a ti con toda su mercancía, y toda ella te pertenecerá. Te seguirán como prisioneros encadenados y caerán de rodillas ante ti y dirán: “Dios está contigo y él es el único Dios; no hay otro”».


¡Que todo el mundo me busque para la salvación!, porque yo soy Dios; no hay otro.


¡Miren! Mi pueblo regresará desde muy lejos, desde tierras del norte y del occidente, y desde tan al sur como Egipto».


Habrá alegría y canciones de acción de gracias, y multiplicaré a mi pueblo, no lo reduciré; lo honraré, no lo despreciaré.


»”De ese modo, daré a conocer mi santo nombre en medio de mi pueblo Israel. No permitiré que nadie deshonre mi nombre; y las naciones también sabrán que yo soy el Señor, el Santo de Israel.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម