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Isaías 49:4 - Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Yo respondí: «¡Pero mi labor parece tan inútil! He gastado mis fuerzas en vano, y sin ningún propósito. No obstante, lo dejo todo en manos del Señor; confiaré en que Dios me recompense».

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Biblia Reina Valera 1960

4 Pero yo dije: Por demás he trabajado, en vano y sin provecho he consumido mis fuerzas; pero mi causa está delante de Jehová, y mi recompensa con mi Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Mientras que yo pensaba: 'He trabajado en balde, en vano he gastado mis fuerzas, para nada. Yavé, sin embargo, protegía mis derechos, mi Dios guardaba mi salario, pues soy importante para Yavé, y mi Dios se hizo mi fuerza.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Mientras yo me decía: En vano me he fatigado, En viento y en nada he gastado mis fuerzas, En realidad mi causa estaba siendo defendida por YHVH, Mi recompensa estaba con mi Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Yo me decía: 'En vano me cansé, por nada, por viento, agoté mi fuerza'. Pero en verdad, mi derecho está en Yahveh y mi recompensa en mi Dios.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 Entonces dije: En vano he trabajado; por demás y sin provecho he consumido mi fuerza; pero mi juicio está delante de Jehová, y mi recompensa con mi Dios.

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Isaías 49:4
28 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Digan a los de corazón temeroso: «Sean fuertes y no teman, porque su Dios viene para destruir a sus enemigos; viene para salvarlos».


Temo por ustedes. Quizá todo el arduo trabajo que hice entre ustedes fue en vano.


Con gusto me desgastaré por ustedes y también gastaré todo lo que tengo, aunque parece que cuanto más los amo, menos me aman ustedes a mí.


Nuestras vidas son la fragancia de Cristo que sube hasta Dios, pero esta fragancia se percibe de una manera diferente por los que se salvan y los que se pierden.


»¡Oh Jerusalén, Jerusalén, la ciudad que mata a los profetas y apedrea a los mensajeros de Dios! Cuántas veces quise juntar a tus hijos como la gallina protege a sus pollitos debajo de sus alas, pero no me dejaste.


Jesús dijo: «¡Gente corrupta y sin fe! ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme aquí al muchacho».


Si tú les adviertes, pero ellos se niegan a arrepentirse y siguen pecando, morirán en sus pecados; pero tú te habrás salvado porque me obedeciste.


No trabajarán en vano, y sus hijos no estarán condenados a la desgracia, porque son un pueblo bendecido por el Señor, y sus hijos también serán bendecidos.


El Señor ha enviado el siguiente mensaje a cada país: «Díganle al pueblo de Israel: “Miren, ya viene su Salvador. Vean, él trae consigo su recompensa”».


Sí, el Señor Soberano viene con poder y reinará con brazo poderoso. Miren, él trae consigo su recompensa.


Esto lo hacemos al fijar la mirada en Jesús, el campeón que inicia y perfecciona nuestra fe. Debido al gozo que le esperaba, Jesús soportó la cruz, sin importarle la vergüenza que esta representaba. Ahora está sentado en el lugar de honor, junto al trono de Dios.


Pero, con respecto a Israel, Dios dijo: «Todo el día les abrí mis brazos, pero ellos fueron desobedientes y rebeldes».


Vino a los de su propio pueblo, y hasta ellos lo rechazaron;


¿Acaso no profetizaron claramente que el Mesías tendría que sufrir todas esas cosas antes de entrar en su gloria?


Todo el día abrí mis brazos a un pueblo rebelde. Pero ellos siguen sus malos caminos y sus planes torcidos.


Todo su trabajo será en vano, porque la tierra no dará cosechas y los árboles no producirán fruto.


Aférrense a la palabra de vida; entonces, el día que Cristo vuelva, me sentiré orgulloso de no haber corrido la carrera en vano y de que mi trabajo no fue inútil.


Muchos buscan el favor del gobernante, pero la justicia proviene del Señor.


Oh Señor, honraré y alabaré tu nombre, porque tú eres mi Dios. ¡Tú haces cosas maravillosas! Las planeaste hace mucho tiempo, y ahora las has realizado.


Oh Jacob, ¿cómo puedes decir que el Señor no ve tus dificultades? Oh Israel, ¿cómo puedes decir que Dios no toma en cuenta tus derechos?


No hay paz para el perverso», dice mi Dios.


Él pagará a sus enemigos por sus malas obras, y su furia caerá sobre sus adversarios; les dará su merecido hasta los confines de la tierra.


¡Me llené de alegría en el Señor mi Dios! Pues él me vistió con ropas de salvación y me envolvió en un manto de justicia. Soy como un novio vestido para su boda o una novia con sus joyas.


—He servido con gran celo al Señor Dios Todopoderoso —respondió Elías—; pero el pueblo de Israel ha roto su pacto contigo, derribó tus altares y mató a cada uno de tus profetas. Yo soy el único que queda con vida, y ahora me buscan para matarme a mí también.


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