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Isaías 45:23 - Biblia Nueva Traducción Viviente

23 He jurado por mi propio nombre; he dicho la verdad y no faltaré a mi palabra: toda rodilla se doblará ante mí, y toda lengua me declarará su lealtad».

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Biblia Reina Valera 1960

23 Por mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Lo juro por mi Nombre, pues de mi boca sólo sale la verdad y si hablo, la palabra no se echa atrás: 'Ante mí se doblará toda rodilla y toda lengua jurará por mí, diciendo:'

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 Por mí mismo he jurado; De mi boca ha salido la sentencia, Y no será revocada: Que ante mí se doblará toda rodilla, Y toda lengua prestará juramento,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Por mí mismo lo juro -de mi boca sale la verdad, una palabra que no se retracta-: ante mí se doblará toda rodilla, jurará toda lengua,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

23 Por mí mismo he jurado, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada. Que ante mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua.

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Isaías 45:23
29 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

para que, ante el nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra,


Lo mismo sucede con mi palabra. La envío y siempre produce fruto; logrará todo lo que yo quiero, y prosperará en todos los lugares donde yo la envíe.


Todos los que invoquen una bendición o hagan un juramento lo harán por el Dios de la verdad. Dejaré a un lado mi enojo y olvidaré la maldad de los tiempos pasados.


Yo proclamo firmes promesas en público; no susurro cosas oscuras en algún rincón escondido. No le habría dicho al pueblo de Israel que me buscara si no fuera posible encontrarme. Yo, el Señor, solo digo la verdad, y solo declaro lo correcto.


Teme al Señor tu Dios y sírvele a él. Cuando hagas un juramento, hazlo únicamente en su nombre.


Le hizo una promesa solemne al Señor; le juró al Poderoso de Israel:


Pero el rey se alegrará en Dios; todos los que juran decir la verdad lo alabarán, mientras que los mentirosos serán silenciados.


¿Y recuerdan la respuesta de Dios? Él dijo: «¡No, tengo a siete mil más que nunca se han inclinado ante Baal!».


se unió a sus jefes y se comprometió mediante juramento. Juraron que caería una maldición sobre ellos mismos si dejaban de obedecer la ley de Dios dada por medio de su siervo Moisés. Prometieron solemnemente seguir al pie de la letra todos los mandatos, las ordenanzas y los decretos del Señor, nuestro Señor:


Dios no es un hombre; por lo tanto, no miente. Él no es humano; por lo tanto, no cambia de parecer. ¿Acaso alguna vez habló sin actuar? ¿Alguna vez prometió sin cumplir?


Invoco al Dios de nuestros antepasados —el Dios de tu abuelo Abraham y el Dios de mi abuelo Nacor— para que sea juez entre nosotros». Entonces Jacob juró, delante del temible Dios de su padre Isaac, respetar la línea fronteriza.


Pues juré por mi propio nombre —dice el Señor—, que Bosra se convertirá en objeto de horror y en un montón de ruinas; se burlarán de ella y la maldecirán. Todas sus ciudades y aldeas quedarán desoladas para siempre».


Sin embargo, si rehúsan prestar atención a esta advertencia, les juro por mi propio nombre, dice el Señor, que este palacio se convertirá en un montón de escombros’”».


El Señor Soberano ha jurado por su propio nombre y esto es lo que dice el Señor Dios de los Ejércitos Celestiales: «Desprecio la arrogancia de Israel y odio sus fortalezas. Entregaré esta ciudad a sus enemigos junto con todo lo que hay en ella».


»Escúchame, oh familia de Jacob, tú que llevas el nombre de Israel y naciste en la familia de Judá. Escucha, tú que haces juramentos en el nombre del Señor e invocas al Dios de Israel. No cumples tus promesas,


Mira a tu alrededor y observa, porque todos tus hijos volverán a ti. Tan cierto como que yo vivo —dice el Señor—, ellos serán como joyas o adornos de novia para que tú los exhibas.


Los descendientes de los que te atormentaron vendrán a inclinarse ante ti. Los que te despreciaron te besarán los pies. Te llamarán la Ciudad del Señor, y Sion del Santo de Israel.


El Señor Soberano mostrará su justicia a las naciones del mundo. ¡Todos lo alabarán! Su justicia será como un huerto a comienzos de la primavera, cuando brotan las plantas por todas partes.


El Señor le ha jurado a Jerusalén por su propia fuerza: «Nunca más te entregaré a tus enemigos; nunca más vendrán guerreros extranjeros para llevarse tu grano y tu vino nuevo.


Después, cuando jures por mi nombre diciendo: “Tan cierto como que el Señor vive”, lo podrías hacer con verdad, justicia y rectitud. Entonces serías una bendición a las naciones del mundo, y todos los pueblos vendrían y alabarían mi nombre».


El Señor será rey sobre toda la tierra. En aquel día habrá un solo Señor y únicamente su nombre será adorado.


El Señor anunció su victoria y reveló su justicia a toda nación.


Solo sobrevivirán unos cuantos de sus valientes arqueros. ¡Yo, el Señor, Dios de Israel, he hablado!».


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