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Isaías 43:10 - Biblia Nueva Traducción Viviente

10 «Pero tú eres mi testigo, oh Israel —dice el Señor—. Tú eres mi siervo. Tú has sido escogido para conocerme, para creer en mí y comprender que solo yo soy Dios. No hay otro Dios; nunca lo hubo y nunca lo habrá.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Ustedes son mis testigos, dice Yavé, y son mi servidor, que he elegido; sépanlo, pues, y crean en mí, y comprendan que Yo Soy. Ningún Dios fue formado antes de mí, y ningún otro existirá después.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Vosotros sois mis testigos, dice YHVH, Y mi siervo que Yo escogí, Para que me conozcáis y me creáis, Para que entendáis que Yo Soy. Antes de mí no fue formado dios alguno, Ni existirá después de mí.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Vosotros sois mis testigos, dice Yahveh, pues sois mi siervo a quien elegí, para que sepáis y creáis en mí y comprendáis que soy yo. Antes de mí ningún dios existió, ni después de mí lo habrá.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí; para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado Dios, ni lo será después de mí.

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Isaías 43:10
29 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

¿Quién ha hecho obras tan poderosas, llamando a cada nueva generación desde el principio del tiempo? Soy yo, el Señor, el Primero y el Último; únicamente yo lo soy».


para que el mundo entero, desde el oriente hasta el occidente, sepa que no hay otro Dios. Yo soy el Señor, y no hay otro.


Primero predije tu rescate, y después te salvé y lo proclamé ante el mundo. Ningún dios extranjero jamás lo ha hecho. Tú, Israel, eres testigo de que yo soy el único Dios —dice el Señor—.


pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes; y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra.


En cambio, renunció a sus privilegios divinos; adoptó la humilde posición de un esclavo y nació como un ser humano. Cuando apareció en forma de hombre,


»Miren a mi siervo, al que yo fortalezco; él es mi elegido, quien me complace. He puesto mi Espíritu sobre él; él hará justicia a las naciones.


Lo hago para que todos los que vean este milagro comprendan lo que significa: que el Señor es quien lo ha hecho; el Santo de Israel lo ha creado.


quien relató con fidelidad todo lo que vio. Este es su relato de la palabra de Dios y del testimonio de Jesucristo.


Pero estas se escribieron para que ustedes continúen creyendo que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, al creer en él, tengan vida por el poder de su nombre.


y también ustedes deben dar testimonio de mí porque han estado conmigo desde el principio de mi ministerio.


«Pero en cuanto a ti, Israel, mi siervo, Jacob, a quien he escogido, descendiente de mi amigo Abraham,


y de Jesucristo. Él es el testigo fiel de estas cosas, el primero en resucitar de los muertos y el gobernante de todos los reyes del mundo. Toda la gloria sea al que nos ama y nos ha libertado de nuestros pecados al derramar su sangre por nosotros.


Y nosotros, los apóstoles, estaríamos todos mintiendo acerca de Dios, porque hemos dicho que Dios levantó a Cristo de la tumba. Así que eso no puede ser cierto si no hay resurrección de los muertos;


»Escribe esta carta al ángel de la iglesia de Laodicea. Este es el mensaje de aquel que es el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la nueva creación de Dios:


Ustedes se enteraron de la Buena Noticia por medio de Epafras, nuestro amado colaborador; él es un fiel servidor de Cristo y nos ayuda en nombre de ustedes.


Vean cómo lo usé a él para manifestar mi poder entre los pueblos; lo convertí en un líder entre las naciones.


»Él te mostró esas cosas, para que supieras que el Señor es Dios y que no hay ningún otro.


¡Miren ahora, yo mismo soy Dios! ¡No hay otro dios aparte de mí! Yo soy el que mata y el que da vida; soy el que hiere y el que sana. ¡Nadie puede ser librado de mi mano poderosa!


Pero tú siempre eres el mismo; tú vivirás para siempre.


Yo soy el Señor; no hay otro Dios. Te he preparado para la batalla, aunque tú ni siquiera me conoces,


»Escúchame, oh familia de Jacob, ¡Israel, mi escogido! Solo yo soy Dios, el Primero y el Último.


Reyes y reinas te servirán y atenderán a todas tus necesidades. Se inclinarán hasta el suelo ante ti y lamerán el polvo de tus pies. Entonces sabrás que yo soy el Señor. Los que confían en mí nunca serán avergonzados».


»Pero cuando esto suceda, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales, te honraré, Zorobabel, hijo de Salatiel, mi siervo. Te haré como el anillo con mi sello oficial, dice el Señor, porque te he escogido. ¡Yo, el Señor de los Ejércitos Celestiales, he hablado!».


Entonces Aarón extendió su mano sobre las aguas de Egipto, ¡y salieron ranas que cubrieron todo el territorio!


»Entonces recuerda lo siguiente y tenlo siempre presente: el Señor es Dios en los cielos y en la tierra, y no hay otro.


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