Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Isaías 4:4 - Biblia Nueva Traducción Viviente

4 El Señor lavará la inmundicia de la hermosa Sion y limpiará a Jerusalén de sus manchas de sangre con el aliento abrasador de su ardiente juicio.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

4 cuando el Señor lave las inmundicias de las hijas de Sion, y limpie la sangre de Jerusalén de en medio de ella, con espíritu de juicio y con espíritu de devastación.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 lavar de sus inmundicias a las hijas de Sión, y para limpiar a Jerusalén de la sangre que ha sido derramada en ella, con el soplo de su justicia que es un soplo de fuego.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

4 Cuando Adonay lave la suciedad de las hijas de Sión, Y limpie la sangre derramada dentro de Jerusalem, Con un viento justiciero, con soplo devastador,°

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Cuando el Señor haya lavado la mancha de las hijas de Sión y limpiado la sangre dentro de Jerusalén con viento de juicio y con viento abrasador,

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 cuando el Señor haya lavado la inmundicia de las hijas de Sión, y haya limpiado la sangre derramada en medio de Jerusalén, con espíritu de juicio y con espíritu de fuego.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Isaías 4:4
29 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

»”Entonces los rociaré con agua pura y quedarán limpios. Lavaré su inmundicia y dejarán de rendir culto a ídolos.


A este último grupo lo pasaré por el fuego y los haré puros. Los refinaré como se refina la plata y los purificaré como se purifica el oro. Invocarán mi nombre y yo les responderé. Les diré: “Este es mi pueblo”, y ellos dirán: “El Señor es nuestro Dios”».


»¡Oh Jerusalén, Jerusalén, la ciudad que mata a los profetas y apedrea a los mensajeros de Dios! Cuántas veces quise juntar a tus hijos como la gallina protege a sus pollitos debajo de sus alas, pero no me dejaste.


Los limpiaré de su conducta inmunda. Les daré buenas cosechas de grano y no enviaré más hambrunas a su tierra.


Él dará a sus jueces anhelo de justicia, y gran valentía a sus guerreros que vigilan las puertas.


El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: «El día del juicio se acerca, ardiente como un horno. En aquel día el arrogante y el perverso serán quemados como paja. Serán consumidos, desde las raíces hasta las ramas.


»En aquel día brotará un manantial para la dinastía de David y para el pueblo de Jerusalén; una fuente que los limpiará de todos sus pecados e impurezas.


Perdonaré los crímenes de mi pueblo que todavía no he perdonado; y yo, el Señor, haré mi hogar en Jerusalén con mi pueblo».


Te esparciré por todas las naciones y te limpiaré de tu maldad;


Se deshonró a sí misma con inmoralidad y no pensó en su futuro. Ahora yace en una zanja y no hay nadie que la saque. «Señor, mira mi sufrimiento —gime—. El enemigo ha triunfado».


Las botas de los guerreros y los uniformes manchados de sangre por la guerra serán quemados; serán combustible para el fuego.


Los más fuertes de ustedes desaparecerán como la paja; sus malas acciones serán la chispa que la encienda. Ellos y sus malas acciones se quemarán juntos, y nadie podrá apagar el fuego.


Cuando levanten las manos para orar, no miraré; aunque hagan muchas oraciones, no escucharé, porque tienen las manos cubiertas con la sangre de víctimas inocentes.


¡Qué aflicción le espera a la rebelde y contaminada Jerusalén, la ciudad de violencia y crimen!


Lávame de la culpa hasta que quede limpio y purifícame de mis pecados.


Salgan a ver al rey Salomón, mujeres jóvenes de Jerusalén. Lleva puesta la corona que su madre le regaló el día de su boda, el día más feliz de su vida.


La tierra quedará ennegrecida por la furia del Señor de los Ejércitos Celestiales. El pueblo será combustible para el fuego, y nadie perdonará la vida ni siquiera de su propio hermano.


Levantaré el puño en tu contra; te derretiré para sacarte la escoria y te quitaré todas tus impurezas.


El Señor lo hizo para purificar a Israel de su perversidad, para quitarle todo su pecado. Como resultado, todos los altares paganos serán reducidos a polvo. No quedará en pie ningún poste dedicado a la diosa Asera ni ningún santuario pagano.


Amontonan mentira sobre mentira y rechazan por completo reconocerme», dice el Señor.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម