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Isaías 38:10 - Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Yo dije: «¿En la flor de mi vida tengo que entrar en el lugar de los muertos? ¿Acaso seré privado del resto de mis años?».

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Biblia Reina Valera 1960

10 Yo dije: A la mitad de mis días iré a las puertas del Seol; privado soy del resto de mis años.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Yo decía: En la mitad de mis días ya me marcho; seré encerrado para el resto de mis años en el lugar adonde van los muertos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Yo me dije: ¡En lo mejor de mis días entraré por las puertas del Seol! ¡Privado soy del resto de mis años!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 'Yo decía: en la mitad de mis días he de irme; en las puertas del seol se me cita para el resto de mis años.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Yo dije: En el medio de mis días iré a las puertas del sepulcro: Privado soy del resto de mis años.

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Isaías 38:10
12 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

De hecho, esperábamos morir; pero, como resultado, dejamos de confiar en nosotros mismos y aprendimos a confiar solo en Dios, quien resucita a los muertos.


Pero clamé a él: «Oh mi Dios, el que vive para siempre, ¡no me quites la vida en la flor de mi juventud!


No podían ni pensar en comer, y estaban a las puertas de la muerte.


Oh Dios, recuerda que mi vida es apenas un suspiro, y nunca más volveré a ser feliz.


Por ese tiempo, Ezequías se enfermó gravemente, y el profeta Isaías, hijo de Amoz, fue a visitarlo. Le dio al rey el siguiente mensaje: «Esto dice el Señor: “Pon tus asuntos en orden porque vas a morir. No te recuperarás de esta enfermedad”».


pero no tengo fuerzas para seguir, no tengo nada por lo cual vivir.


Todo lo que hagas, hazlo bien, pues cuando vayas a la tumba no habrá trabajo ni proyectos ni conocimiento ni sabiduría.


Cuando el rey Ezequías se recuperó, escribió el siguiente poema:


Me hundí hasta las raíces de las montañas. Me quedé preso en la tierra, cuyas puertas se cierran para siempre. Pero tú, oh Señor mi Dios, ¡me arrebataste de las garras de la muerte!


¡Amen al Señor todos los justos! Pues el Señor protege a los que le son leales, pero castiga severamente a los arrogantes.


Hace mucho tiempo echaste los cimientos de la tierra y con tus manos formaste los cielos.


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