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Isaías 36:18 - Biblia Nueva Traducción Viviente

18 »”No dejen que Ezequías los engañe al decir: ‘¡El Señor nos librará!’. ¿Acaso los dioses de cualquier otra nación alguna vez han salvado a su pueblo del rey de Asiria?

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Biblia Reina Valera 1960

18 Mirad que no os engañe Ezequías diciendo: Jehová nos librará. ¿Acaso libraron los dioses de las naciones cada uno su tierra de la mano del rey de Asiria?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Ezequías los está engañando al decirles: 'Yavé nos salvará. ¿Pudieron, acaso, los dioses de las naciones salvar cada uno a su país de las manos del rey de Asur?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Que no os persuada Ezequías diciendo: ¡YHVH nos librará! Pues ¿acaso alguno de los dioses de las naciones ha librado a su tierra de la mano del rey de Asiria?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 No escuchéis, pues, a Ezequías, porque os engaña cuando dice: 'Yahveh nos librará'. ¿Acaso los dioses de las naciones han librado a su país respectivo de la mano del rey de Asiria?

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

18 Mirad no os engañe Ezequías diciendo: Jehová nos librará. ¿Acaso libraron los dioses de las naciones, cada uno a su tierra, de la mano del rey de Asiria?

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Isaías 36:18
25 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

No permitan que los haga confiar en el Señor diciéndoles: ‘Con toda seguridad el Señor nos librará. ¡Esta ciudad nunca caerá en manos del rey asirio!’.


Les daré una oportunidad más para inclinarse y rendir culto a la estatua que he hecho cuando oigan el sonido de los instrumentos musicales. Sin embargo, si se niegan, serán inmediatamente arrojados al horno ardiente y entonces, ¿qué dios podrá rescatarlos de mi poder?


«Este mensaje está dirigido al rey Ezequías de Judá. No dejes que tu Dios, en quien confías, te engañe con promesas de que Jerusalén no caerá en manos del rey de Asiria.


Es más, ¿crees que hemos invadido tu tierra sin la dirección del Señor? El Señor mismo nos dijo: “¡Ataquen esta tierra y destrúyanla!”».


»Tal vez me digas: “¡Confiamos en el Señor nuestro Dios!”; pero ¿no es él a quien Ezequías insultó? ¿Acaso no fue Ezequías quien derribó sus santuarios y altares, e hizo que todos en Judá y en Jerusalén adoraran solo en el altar que hay aquí, en Jerusalén?


«Mintamos todo lo que queramos —dicen—. Son nuestros los labios; ¿quién puede detenernos?».


Me encargaré de llevarlos a otra tierra como esta: una tierra de grano y vino nuevo, de pan y viñedos.


Tal vez el Señor tu Dios haya oído al jefe del Estado Mayor asirio, que fue enviado por el rey para desafiar al Dios viviente, y lo castigue por sus palabras. ¡Te rogamos que ores por los que hemos quedado!”».


Tú sabes perfectamente bien lo que han hecho los reyes de Asiria en todos los lugares donde han ido. ¡Han destruido por completo a todo aquel que se ha interpuesto en su camino! ¿Por qué serías tú la excepción?


Pero el rey de Asiria no comprenderá que es mi instrumento; su mente no funciona de esa forma. Su plan solo consiste en destruir, en aplastar a las naciones, una tras otra.


Por eso derrotaremos a Jerusalén y a sus dioses, tal como destruimos a Samaria con sus dioses”».


Este gran árbol se elevaba muy por encima de los demás árboles que lo rodeaban. Creció y desarrolló ramas gruesas y largas por el agua abundante que recibían sus raíces.


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