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Isaías 35:5 - Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Y cuando él venga, abrirá los ojos de los ciegos y destapará los oídos de los sordos.

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Biblia Reina Valera 1960

5 Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Entonces los ojos de los ciegos se despegarán, y los oídos de los sordos se abrirán,

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, Y los oídos de los sordos destapados.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Entonces se despegarán los ojos de los ciegos, los oídos de los sordos se abrirán;

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán.

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Isaías 35:5
31 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

En aquel día, los sordos oirán cuando se lean las palabras de un libro y los ciegos verán a través de la neblina y la oscuridad.


El Señor abre los ojos de los ciegos. El Señor levanta a los agobiados. El Señor ama a los justos.


Entonces Jesús le dijo: —Yo entré en este mundo para hacer juicio, para dar vista a los ciegos y para demostrarles a los que creen que ven, que, en realidad, son ciegos.


El Señor Soberano me ha dado sus palabras de sabiduría, para que yo sepa consolar a los fatigados. Mañana tras mañana me despierta y me abre el entendimiento a su voluntad.


Luego le llevaron a Jesús a un hombre ciego y mudo que estaba poseído por un demonio. Jesús sanó al hombre para que pudiera hablar y ver.


Los ciegos y los cojos se acercaron a Jesús en el templo y él los sanó.


«El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar la Buena Noticia a los pobres. Me ha enviado a proclamar que los cautivos serán liberados, que los ciegos verán, que los oprimidos serán puestos en libertad,


Guiaré al ciego Israel por una senda nueva, llevándolo por un camino desconocido. Iluminaré las tinieblas a su paso y allanaré el camino delante de ellos. Ciertamente yo haré estas cosas; no los abandonaré.


porque la luz hace todo visible. Por eso se dice: «Despiértate, tú que duermes; levántate de los muertos, y Cristo te dará luz».


Saquen a la gente que tiene ojos pero está ciega, que tiene oídos pero está sorda.


Los oídos para oír y los ojos para ver: ambos son regalos del Señor.


Entonces el Señor le preguntó: —¿Quién forma la boca de una persona? ¿Quién decide que una persona hable o no hable, que oiga o no oiga, que vea o no vea? ¿Acaso no soy yo, el Señor?


para que les abras los ojos, a fin de que pasen de la oscuridad a la luz, y del poder de Satanás a Dios. Entonces recibirán el perdón de sus pecados y se les dará un lugar entre el pueblo de Dios, el cual es apartado por la fe en mí”.


Pero otros decían: «Este hombre sanó a un ciego. ¿Acaso no podía impedir que Lázaro muriera?».


»Sí, te diré cosas completamente nuevas; cosas que nunca antes habías oído. Pues conozco muy bien lo traidora que eres; fuiste rebelde desde tu nacimiento.


Susurra a sus oídos y las aterroriza con advertencias.


¿A quién puedo advertir? ¿Quién escuchará cuando yo hable? Tienen sordos los oídos y no pueden oír. Ellos desprecian la palabra del Señor. No quieren escuchar para nada.


»¡Escuchen ustedes, sordos! ¡Miren y vean, ciegos!


El Señor Soberano me habló, y yo lo escuché; no me he rebelado, ni me he alejado.


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