Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Isaías 34:6 - Biblia Nueva Traducción Viviente

6 La espada del Señor está empapada en sangre y cubierta de grasa, con la sangre de corderos y cabras, con la grasa de carneros preparados para el sacrificio. Sí, el Señor ofrecerá un sacrificio en la ciudad de Bosra y hará una gran matanza en Edom.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

6 Llena está de sangre la espada de Jehová, engrasada está de grosura, de sangre de corderos y de machos cabríos, de grosura de riñones de carneros; porque Jehová tiene sacrificios en Bosra, y grande matanza en tierra de Edom.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

6 La espada de Yavé está cubierta de sangre y está bañada en grasa, con sangre de corderos y de chivos, con la grasa de los riñones de los carneros. Porque Yavé ha hecho un sacrificio en Bosra, y una gran matanza en tierra de Edom.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

6 La espada de YHVH chorrea sangre, está untada de grosura, De sangre de corderos y machos cabríos, De grosura de riñones de carneros, Porque YHVH tiene un sacrificio en Bosra,° Y una gran matanza en Edom,

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 La espada de Yahveh chorrea sangre, grasienta como el sebo, sangre de corderos y cabritos, sebo de entrañas de carneros. Pues Yahveh inmola un sacrificio en Bosrá, una gran matanza en el país de Edom.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 Llena está de sangre la espada de Jehová, engrasada está de grosura, de sangre de corderos y de machos cabríos, de grosura de riñones de carneros: porque Jehová tiene sacrificios en Bosra, y grande matanza en la tierra de Edom.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Isaías 34:6
25 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

¿Quién es este que viene desde Edom, desde la ciudad de Bosra, con sus ropas teñidas de rojo? ¿Quién es este que lleva vestiduras reales y marcha en su gran fuerza? «¡Soy yo, el Señor, proclamando su salvación! ¡Soy yo, el Señor, quien tiene el poder para salvar!».


Pues juré por mi propio nombre —dice el Señor—, que Bosra se convertirá en objeto de horror y en un montón de ruinas; se burlarán de ella y la maldecirán. Todas sus ciudades y aldeas quedarán desoladas para siempre».


Guarden silencio en presencia del Señor Soberano, porque se acerca el imponente día del juicio del Señor. El Señor ha preparado a su pueblo para una gran matanza y ha seleccionado a sus verdugos.


Los llevaré como a corderos al matadero, como a carneros y chivos para el sacrificio.


Maten incluso a sus becerros; ¡para ellos también será terrible! ¡Masácrenlos a todos! Pues ha llegado el día del juicio a Babilonia.


«Estuve pisando el lagar yo solo; no había nadie allí para ayudarme. En mi enojo, he pisado a mis enemigos como si fueran uvas. En mi furia he pisado a mis adversarios; su sangre me ha manchado la ropa.


Y cuando mi espada haya terminado su trabajo en los cielos, caerá sobre Edom, la nación que he señalado para ser destruida.


Lo alimentó con yogur de la manada y leche del rebaño, y también con la grasa de los corderos. Le dio de los mejores carneros de Basán y cabras, junto con el trigo más selecto. Bebiste el vino más fino, elaborado con el jugo de las uvas.


¡Está siendo afilada para una masacre espantosa y pulida para destellar como un rayo! ¿Ahora te reirás? ¡Los más fuertes que tú han caído bajo su poder!


cuando afile mi espada reluciente y comience a hacer justicia, me vengaré de mis enemigos y daré su merecido a los que me rechazan.


El arco de Jonatán era potente, y la espada de Saúl realizó su trabajo mortífero. Derramaron la sangre de sus enemigos y atravesaron a muchos héroes poderosos.


Cuando Bela murió, reinó en su lugar Jobab, hijo de Zera, quien era de Bosra.


Oh Señor, recuerda lo que hicieron los edomitas el día en que los ejércitos de Babilonia tomaron a Jerusalén. «¡Destrúyanla! —gritaron—. ¡Allánenla hasta reducirla a escombros!».


ahora yo los “destinaré” a ustedes a la espada. Todos ustedes se inclinarán delante del verdugo. Pues cuando los llamé, ustedes no me respondieron; cuando hablé, no me escucharon. Pecaron deliberadamente —ante mis propios ojos— y escogieron hacer lo que saben que yo desprecio».


Se pueden ver ejércitos destructores en todas las cumbres desiertas de las colinas. La espada del Señor devora a la gente de un extremo al otro de la nación. ¡Nadie escapará!


¡Lloren y giman, pastores malvados! ¡Revuélquense en el polvo, líderes del rebaño! Ha llegado el momento de su matanza; ustedes caerán y se harán añicos como vaso frágil.


Pues este es el día del Señor, el Señor de los Ejércitos Celestiales, día para vengarse de sus enemigos. La espada devorará hasta quedar satisfecha, ¡sí, hasta que se emborrache de la sangre de ustedes! El Señor, el Señor de los Ejércitos Celestiales, recibirá hoy un sacrificio en la tierra del norte, junto al río Éufrates.


Este es el mensaje que se dio acerca de Edom. Esto dice el Señor de los Ejércitos Celestiales: «¿No hay sabiduría en Temán? ¿No queda nadie que pueda dar sabios consejos?


Llenaré tus montes con los cadáveres. Tus colinas, valles y barrancos se colmarán de gente masacrada a espada.


Tú te alegraste cuando el territorio de Israel fue devastado. ¡Ahora yo me alegraré de tu desolación! ¡Serán exterminados, ustedes, pueblo del monte Seir y todos los que viven en Edom! Entonces sabrán que yo soy el Señor”.


Esto es lo que dice el Señor: «¡Los habitantes de Edom han pecado una y otra vez y no permitiré que queden sin castigo! Espada en mano, persiguieron a sus parientes, los israelitas, y no les tuvieron compasión. En su furia, los apuñalaron continuamente y fueron implacables en su enojo.


Sin embargo, traeré desastre sobre ustedes, y habrá mucho llanto y dolor. Pues Jerusalén se convertirá en lo que significa su nombre, Ariel: un altar cubierto de sangre.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម