Expulsaré a esos ejércitos que vienen del norte. Los enviaré a tierra árida y desolada. Los que van a la vanguardia serán arrojados al mar Muerto, y los de la retaguardia, al Mediterráneo. El hedor de sus cuerpos en descomposición se elevará sobre la tierra». ¡Realmente el Señor ha hecho grandes cosas!
Hasta morirán hombres tan fuertes como los bueyes salvajes, los jóvenes junto a los veteranos. La tierra quedará empapada en sangre y el suelo enriquecido con la grasa.
Las uvas fueron pisadas en el lagar fuera de la ciudad, y del lagar brotó un río de sangre de unos trescientos kilómetros de largo que llegaba hasta los frenos de un caballo.
«Les mandé plagas como las que envié sobre Egipto hace tiempo. ¡Maté a sus jóvenes en la guerra y llevé lejos a todos sus caballos! ¡El hedor de la muerte llenó el aire!, pero aun así, ustedes no se volvieron a mí», dice el Señor.
»”Prepararé un inmenso cementerio para Gog y sus multitudes en el valle de los Viajeros, al oriente del mar Muerto. Ese lugar impedirá el paso de quienes viajen por allí y el lugar pasará a llamarse valle de las Multitudes de Gog.
Tan cierto como que yo vivo, dice el Señor Soberano, ya que no muestras rechazo alguno a la sangre, te daré tu propio baño de sangre. ¡Ahora te toca a ti!
Irán tropezando como prisioneros o quedarán tendidos entre los muertos. Pero aun así no quedará satisfecho el enojo del Señor; su puño sigue preparado para dar el golpe.
Y cuando salgan, verán los cadáveres de los que se han rebelado contra mí. Los gusanos que los devoran nunca morirán, y el fuego que los quema nunca se apagará. Todos los que pasen por allí se llenarán de horror absoluto».
En aquel día, los que el Señor haya masacrado llenarán la tierra de un extremo a otro. Nadie llorará por ellos ni juntará sus cuerpos para enterrarlos. Estarán esparcidos sobre el suelo como estiércol.
¡Miren cómo destellan las espadas y brillan las lanzas cuando pasa la caballería! Hay muertos incontables, hay montones de cadáveres, tantos que la gente tropieza con ellos.
Te dejaré abandonado en tierra para que mueras. Todas las aves de los cielos se posarán sobre ti, y los animales salvajes de toda la tierra te comerán hasta saciarse.