Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Isaías 31:2 - Biblia Nueva Traducción Viviente

2 En su sabiduría, el Señor enviará una gran calamidad; no cambiará de parecer. Se levantará contra los malvados y contra quienes los ayudan.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

2 Pero él también es sabio, y traerá el mal, y no retirará sus palabras. Se levantará, pues, contra la casa de los malignos, y contra el auxilio de los que hacen iniquidad.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Porque él también es hábil en proporcionar desgracias, y no cambia su palabra. Se opondrá a la banda de los malvados y al socorro que esperaban los malos.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Pues Él también es hábil para enviar desgracias, Y no revoca su palabra: Se alzará contra una casa de malvados, Contra un auxilio de malhechores.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 También él es sabio para traer desgracias, y no ha revocado sus palabras. Se alzará contra la casa de los malvados, contra la ayuda de los malhechores.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Mas Él también es sabio, y traerá el mal, y no retirará sus palabras. Se levantará, pues, contra la casa de los malhechores, y contra la ayuda de los obradores de iniquidad.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Isaías 31:2
37 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Dios no es un hombre; por lo tanto, no miente. Él no es humano; por lo tanto, no cambia de parecer. ¿Acaso alguna vez habló sin actuar? ¿Alguna vez prometió sin cumplir?


Yo formo la luz y creo las tinieblas; yo envío los buenos tiempos y los malos. Yo, el Señor, soy el que hace estas cosas.


Que toda la gloria sea para él, quien es el único Dios, nuestro Salvador por medio de Jesucristo nuestro Señor. ¡Toda la gloria, la majestad, el poder y la autoridad le pertenecen a él desde antes de todos los tiempos, en el presente y por toda la eternidad! Amén.


Toda la gloria sea para el único sabio Dios eternamente por medio de Jesucristo. Amén.


El cielo y la tierra desaparecerán, pero mis palabras no desaparecerán jamás.


Por lo tanto, tengan paciencia —dice el Señor—. Pronto me levantaré y acusaré a esas naciones malvadas. Pues he decidido reunir a los reinos de la tierra y descargar mi más feroz ira y furia sobre ellos. Toda la tierra será consumida por el fuego de mi celo.


Cuando el cuerno de carnero toca la alarma, ¿no debería el pueblo estar alarmado? ¿Llega el desastre a una ciudad sin que el Señor lo haya planeado?


El Señor hizo la tierra con su poder, y la preserva con su sabiduría. Con su propia inteligencia desplegó los cielos.


Pero todo lo que dije por medio de mis siervos, los profetas, les ocurrió a sus antepasados, tal como lo dije. En consecuencia, ellos se arrepintieron y dijeron: ‘Hemos recibido lo que merecíamos del Señor de los Ejércitos Celestiales. Él ha hecho lo que dijo que haría’”».


Todos los habitantes de Egipto sabrán que yo soy el Señor, pues para Israel no fuiste más que una vara de juncos.


Así que Jeremías tomó otro rollo y volvió a dictarle a su secretario Baruc. Escribió todo lo que estaba en el rollo que el rey Joacim había quemado en el brasero. ¡Solo que esta vez agregó mucho más!


¿Quién no te temería, oh Rey de las naciones? ¡Ese título te pertenece solo a ti! Entre todos los sabios de la tierra y en todos los reinos del mundo, no hay nadie como tú.


Pues los necios hablan necedades y hacen planes malvados; practican la impiedad y difunden enseñanzas falsas acerca del Señor. Privan de alimento a los hambrientos y no dan agua a los sedientos.


¡Pues estos egipcios son simples seres humanos; no son Dios! Sus caballos son solo carne, no espíritus poderosos. Cuando el Señor levante el puño contra ellos, quienes los ayudan tropezarán, y aquellos que reciben ayuda caerán; todos caerán y morirán juntos.


Pero por confiar en el faraón serán humillados, y por depender de él, serán avergonzados.


El Señor vendrá, como lo hizo contra los filisteos en el monte Perazim, y contra los amorreos en Gabaón. Vendrá para hacer algo extraño; vendrá para hacer algo poco común:


El Señor de los Ejércitos Celestiales me ha revelado lo siguiente: «Hasta el día en que mueran, nunca se les perdonará este pecado». Ese es el juicio del Señor, el Señor de los Ejércitos Celestiales.


»¡Dejen de ser tan orgullosos y altaneros! ¡No hablen con tanta arrogancia! Pues el Señor es un Dios que sabe lo que han hecho; él juzgará sus acciones.


Pero así como el Señor su Dios les ha dado las buenas cosas que prometió, también traerá calamidad sobre ustedes si lo desobedecen. Los destruirá hasta eliminarlos por completo de esta buena tierra que les ha dado.


Siempre que el arca salía, Moisés gritaba: «¡Levántate, oh Señor y que se dispersen tus enemigos! ¡Que huyan ante ti!»;


Él atrapa a los sabios en su propia astucia y desbarata sus ingeniosas maquinaciones.


¡Qué nación tan pecadora, pueblo cargado con el peso de su culpa! Está lleno de gente malvada, hijos corruptos que han rechazado al Señor. Han despreciado al Santo de Israel y le han dado la espalda.


Por eso el Señor no se complace en los jóvenes, ni tiene misericordia siquiera de las viudas y los huérfanos. Pues todos son unos hipócritas perversos, y todos ellos hablan necedades. Pero aun así no quedará satisfecho el enojo del Señor. Su puño sigue preparado para dar el golpe.


No te darán un entierro apropiado, porque destruiste a tu nación y masacraste a tu pueblo. Los descendientes de una persona tan malvada nunca más recibirán honra.


El Señor de los Ejércitos Celestiales es un maestro maravilloso, y le da gran sabiduría al agricultor.


»Pero la verdadera sabiduría y el poder se encuentran en Dios; el consejo y el entendimiento le pertenecen.


Así es, la fuerza y la sabiduría le pertenecen a él; los que engañan y los engañados, los dos están bajo su poder.


Solo sobrevivirán unos cuantos de sus valientes arqueros. ¡Yo, el Señor, Dios de Israel, he hablado!».


¡Las promesas de Egipto no sirven para nada! Por lo tanto, lo llamaré Rahab, el dragón inofensivo.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម