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Isaías 28:23 - Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Escúchenme; escuchen y presten mucha atención.

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កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

23 Estad atentos, y oíd mi voz; atended, y oíd mi dicho.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Paren la oreja y escuchen lo que les digo, pongan atención y oigan bien mis palabras.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 Estad atentos y oíd mi voz, Atended y escuchad mi dicho:

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Atended, escuchad mi voz; atended, escuchad mi palabra:

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

23 Estad atentos, y oíd mi voz; estad atentos, y oíd mis palabras.

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Isaías 28:23
11 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

¡Oh tierra, tierra, tierra! ¡Escucha este mensaje del Señor!


¡Escuchen, oh cielos! ¡Presta atención, oh tierra! Esto dice el Señor: «Los hijos que crie y cuidé se han rebelado contra mí.


»Todo el que tenga oídos para oír debe escuchar al Espíritu y entender lo que él dice a las iglesias.


»Pero tengo unas cuantas quejas en tu contra. Toleras a algunos de entre ustedes que mantienen la enseñanza de Balaam, quien le enseñó a Balac cómo hacer tropezar al pueblo de Israel. Les enseñó a pecar, incitándolos a comer alimentos ofrecidos a ídolos y a cometer pecado sexual.


»Todo el que tenga oídos para oír debe escuchar al Espíritu y entender lo que él dice a las iglesias. Los que salgan vencedores no sufrirán daño de la segunda muerte.


»Todo el que tenga oídos para oír debe escuchar al Espíritu y entender lo que él dice a las iglesias. A todos los que salgan vencedores, les daré del fruto del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios.


«¡Escuchen, oh cielos, y hablaré! ¡Oye, oh tierra, las palabras que digo!


el Señor, el Señor de los Ejércitos Celestiales, ha dicho con claridad que está decidido a aplastar toda la tierra. Así que no se burlen más, de lo contrario, su castigo será aún mayor.


¿Acaso el agricultor siempre ara pero nunca siembra? ¿Está continuamente labrando la tierra y nunca plantando?


Escuchen, mujeres, ustedes que están acostumbradas a la buena vida. Escúchenme, ustedes que son tan engreídas.


Jamás debes tener un dios extranjero; nunca debes inclinarte frente a un dios falso.


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