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Isaías 27:4 - Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Mi enojo habrá desaparecido. Si encuentro zarzas y espinos en crecimiento, los atacaré; los quemaré,

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Biblia Reina Valera 1960

4 No hay enojo en mí. ¿Quién pondrá contra mí en batalla espinos y cardos? Yo los hollaré, los quemaré a una.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 - 'Yo me quedo sin cerca, ¿y de dónde me vienen esas malezas?' - 'Yo mismo les haré la guerra y a todos les prenderé fuego;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 No hay indignación en mí; Si me diera espinos y cardos, Me lanzaría sobre ella para quemarlos todos;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 ¡No estoy airado! Si encuentro zarzas y espinas, saldré a moverles guerra, las incendiaré todas juntas,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 No hay enojo en mí. ¿Quién pondrá contra mí en batalla espinos y cardos? Yo los hollaré, los quemaré juntamente.

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Isaías 27:4
17 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

En cambio, el campo que produce espinos y cardos no sirve para nada. El agricultor no tardará en maldecirlo y quemarlo.


El Señor, la Luz de Israel, será un fuego; el Santo será una llama. Devorará con fuego los espinos y las zarzas, y en una sola noche quemará al enemigo por completo.


Está listo para separar el trigo de la paja con su rastrillo. Luego limpiará la zona donde se trilla y juntará el trigo en su granero, pero quemará la paja en un fuego interminable».


Contuviste tu furia y refrenaste tu enojo encendido.


Pero los que no conocen a Dios son como espinos que se desechan, porque desgarran la mano que los toca.


Como ven, el Señor sabe rescatar de las pruebas a todos los que viven en obediencia a Dios, al mismo tiempo que mantiene castigados a los perversos hasta el día del juicio final.


El día en que yo actúe, ustedes pisotearán a los perversos como si fueran polvo debajo de sus pies», dice el Señor de los Ejércitos Celestiales.


Recordarás tus pecados y te cubrirás la boca enmudecida de vergüenza, cuando te perdone por todo lo que hiciste. ¡Yo, el Señor Soberano, he hablado!”».


En aquel día, tú cantarás: «¡Te alabaré, oh Señor! Estabas enojado conmigo, pero ya no. Ahora me consuelas.


Esa perversidad es como un incendio de maleza que no solo quema las zarzas y los espinos, sino que también hace arder los bosques. Su fuego hace subir nubes de humo.


No nos reprenderá todo el tiempo ni seguirá enojado para siempre.


Su pueblo será totalmente quemado, como los espinos que se cortan y se echan al fuego.


Se deben usar herramientas de hierro para cortarlos; serán completamente consumidos por fuego».


Pues yo sé los planes que tengo para ustedes —dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza.


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