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Isaías 25:2 - Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Tú conviertes ciudades poderosas en montones de ruinas; ciudades con murallas fuertes se convierten en escombros. Hermosos palacios en tierras lejanas desaparecen y jamás serán reconstruidos.

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Biblia Reina Valera 1960

2 Porque convertiste la ciudad en montón, la ciudad fortificada en ruina; el alcázar de los extraños para que no sea ciudad, ni nunca jamás sea reedificado.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Has hecho de la ciudad un montón de escombros, y de la fortaleza una ruina; el bastión de los extranjeros ya no es una ciudad, y nadie la reconstruirá.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Convertiste la ciudad en escombros, Y la plaza fuerte en ruinas, Y el palacio de los extranjeros en algo que nunca será reedificado.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 pues hiciste de la ciudad una escombrera, de la villa fortificada un derribo, de la ciudadela de los insolentes una no-ciudad, que jamás será reconstruida.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Porque convertiste la ciudad en montón, la ciudad fortificada en ruina; el palacio de extranjeros para que no sea ciudad; nunca más será reedificada.

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Isaías 25:2
24 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Recibí este mensaje acerca de Damasco: «¡Miren! ¡La ciudad de Damasco desaparecerá! Se convertirá en un montón de escombros.


Las hienas aullarán en las fortalezas y los chacales harán su guarida en los lujosos palacios. Los días de Babilonia están contados; pronto llegará el momento de su destrucción.


Las altas murallas de Moab serán demolidas, derribadas al suelo, echadas al polvo.


Y llorarán y echarán tierra sobre su cabeza para mostrar su dolor y clamarán: «¡Qué terrible, qué terrible para esa gran ciudad! Los dueños de barcos se hicieron ricos transportando por los mares la gran riqueza de ella. En un solo instante, se esfumó todo».


Para siempre quedarás desolada; aun tus piedras no volverán a usarse para construir. Te aniquilarán por completo», dice el Señor.


Miren a la tierra de Babilonia: ¡la gente de esa tierra ha desaparecido! Los asirios han entregado a Babilonia a los animales salvajes del desierto. Levantaron rampas de asalto contra sus muros, derribaron los palacios y convirtieron la ciudad en un montón de escombros.


Y ahora, por fin, ¡mire! ¡Ahí viene un hombre en un carro de guerra con un par de caballos!». Entonces el centinela dijo: «¡Ha caído Babilonia, ha caído! ¡Todos los ídolos de Babilonia yacen en el suelo, hechos pedazos!».


Convertiré a Babilonia en un lugar desolado, tierra de búhos, lleno de pantanos y de ciénagas; barreré la tierra con la escoba de la destrucción. ¡Yo, el Señor de los Ejércitos Celestiales, he hablado!».


Luego deberás amontonar todo el botín en el centro de la plaza pública y quemarlo. Prende fuego a toda la ciudad como una ofrenda quemada al Señor tu Dios. La ciudad deberá quedar en ruinas para siempre; no se volverá a construir jamás.


Las ciudades fortificadas de Israel también serán destruidas, y se acabará el poder de la realeza de Damasco. Todo lo que quede de Aram tendrá el mismo destino de la desaparecida gloria de Israel», proclama el Señor de los Ejércitos Celestiales.


Lo que él destruye no se puede volver a construir. Cuando él mete a alguien en la cárcel, no hay escapatoria.


El Señor extendió su mano sobre el mar y sacudió los reinos de la tierra. Él se ha pronunciado contra Fenicia; ordenó que fueran destruidas sus fortalezas.


Él humilla a los orgullosos y derriba a la ciudad arrogante; él la echa al polvo.


Las ciudades fortificadas quedarán en silencio y vacías; las casas estarán abandonadas, y las calles, cubiertas de mala hierba. Allí pastarán los terneros, masticando ramas y tallos.


El palacio y la ciudad quedarán abandonados, y pueblos de mucha actividad estarán vacíos. Los burros retozarán y las manadas pastarán en los fuertes abandonados y en las torres de vigilancia,


Aunque se destruya el bosque y se derrumbe la ciudad,


Los espinos invadirán sus palacios; en sus fuertes crecerán la ortiga y el cardo. Las ruinas serán guarida de los chacales y se convertirán en hogar de los búhos.


»”Pero ¿acaso no has oído? Yo lo decidí hace mucho tiempo. Hace mucho que lo planifiqué, y ahora lo llevo a cabo. Yo determiné que tú aplastaras ciudades fortificadas y las redujeras a un montón de escombros.


«Haré de Jerusalén un montón de ruinas —dice el Señor—, y será un lugar frecuentado por chacales. Las ciudades de Judá serán abandonadas, y nadie vivirá en ellas».


Babilonia nunca más volverá a ser habitada; permanecerá vacía de generación en generación. Los nómadas se negarán a acampar allí, y los pastores no llevarán a sus ovejas para que pasen la noche.


Las bestias del desierto se instalarán en la ciudad en ruinas, y en las casas rondarán criaturas aullantes. Los búhos vivirán en medio de las ruinas y las cabras salvajes irán allí para danzar.


La ciudad se retuerce en el caos; todas las casas están cerradas con llave para que no entren intrusos.


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