Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Isaías 22:5 - Biblia Nueva Traducción Viviente

5 ¡Oh, qué día de derrota tan aplastante! ¡Qué día de confusión y de terror enviado por el Señor, el Señor de los Ejércitos Celestiales, sobre el valle de la Visión! Las murallas de Jerusalén han sido derribadas y gritos de muerte resuenan desde las laderas de los montes.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

5 Porque día es de alboroto, de angustia y de confusión, de parte del Señor, Jehová de los ejércitos, en el valle de la visión, para derribar el muro, y clamar al monte.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Pues es un día de derrota, aplastante y desastrosa, que envía el Señor Yavé de los Ejércitos. En el valle de la Visión se echan abajo las murallas, y los gritos de socorro llegan hasta las montañas.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

5 Porque un día de pánico,° angustia y consternación tiene Adonay YHVH Sebaot en el Valle de la Visión, Día de socavar muros y de clamores hasta las montañas.°

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Porque fue día de pánico, conculcación y desconcierto que mandó el Señor, Yahveh Sebaot en el valle de la Visión: se desmoronó la muralla, llegó el griterío a la montaña.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 Porque es un día de alboroto, de atropello y confusión de parte del Señor Jehová de los ejércitos, en el valle de la visión, para derribar los muros y clamar a las montañas.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Isaías 22:5
22 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

La gente suplicará a los montes: “¡Caigan sobre nosotros!” y rogará a las colinas: “¡Entiérrennos!”.


Hasta el mejor de ellos es como una zarza; el más honrado es tan peligroso como un cerco de espinos. Pero ahora viene con prontitud el día de juicio. Su hora de castigo ha llegado, un tiempo de confusión.


Sus opresores son ahora sus amos y sus enemigos prosperan, porque el Señor castigó a Jerusalén por sus muchos pecados. Sus hijos fueron capturados y llevados a tierras lejanas.


Ellos le dijeron: «El rey Ezequías dice: “Hoy es un día de dificultad, insulto y deshonra. Es como cuando un niño está a punto de nacer, pero la madre no tiene fuerzas para dar a luz.


Envío a Asiria contra una nación pagana, contra un pueblo con el cual estoy enojado. Asiria los saqueará, y los pisoteará como a polvo debajo de sus pies.


Y los santuarios paganos de Avén, donde Israel pecaba, se derrumbarán. Alrededor de sus altares crecerán espinos y cardos. Suplicarán a los montes: «¡Entiérrennos!», y rogarán a las colinas: «¡Caigan sobre nosotros!».


El Señor ha destruido sin misericordia todas las casas en Israel. En su enojo derribó las murallas protectoras de la bella Jerusalén. Las derrumbó hasta el suelo y deshonró al reino y a sus gobernantes.


En toda la historia nunca ha habido un tiempo de terror como este. Será un tiempo de angustia para mi pueblo Israel. ¡Pero al final será salvo!


Este es el mensaje que recibí acerca de Jerusalén, el valle de la Visión: ¿Qué sucede? ¿Por qué todo el mundo corre a las azoteas?


Entonces los que estén en Judea huyan a las colinas.


Pues la mano de bendición del Señor descansará sobre Jerusalén. Moab, en cambio, será aplastado; será como la paja pisoteada y abandonada para que se pudra.


Déjenme decirles ahora lo que haré con mi viña: echaré abajo sus cercos y dejaré que se destruya. Derrumbaré sus muros y dejaré que los animales la pisoteen.


Por orden del rey, se despachó el decreto mediante mensajeros veloces, y también se proclamó en la fortaleza de Susa. Luego el rey y Amán se sentaron a beber, pero la ciudad de Susa entró en confusión.


Después supervisó a todo el ejército babilónico mientras derribaba por completo las murallas de Jerusalén.


Ellos le dijeron: «El rey Ezequías dice: “Hoy es un día de dificultad, insulto y deshonra. Es como cuando un niño está a punto de nacer, pero la madre no tiene fuerzas para dar a luz.


«Estuve pisando el lagar yo solo; no había nadie allí para ayudarme. En mi enojo, he pisado a mis enemigos como si fueran uvas. En mi furia he pisado a mis adversarios; su sangre me ha manchado la ropa.


Aplasté a las naciones en mi enojo, las hice tambalear y caer al suelo, y derramé su sangre sobre la tierra».


Oh pueblo de Israel, ya amanece el día de tu destrucción. Ha llegado la hora; está cerca el día de dificultad. En las montañas se oirán gritos de angustia; no serán gritos de alegría.


Será un día cuando el Señor derramará su ira, un día de terrible aflicción y angustia, un día de ruina y desolación, un día de oscuridad y penumbra, un día de nubes y de negrura,


El Señor decidió destruir las murallas de la bella Jerusalén. Hizo cuidadosos planes para su destrucción, después los llevó a cabo. Por eso, los terraplenes y las murallas cayeron ante él.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម