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Isaías 20:4 - Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Pues el rey de Asiria llevará prisioneros a los egipcios y a los etíopes. Los hará andar desnudos y descalzos, tanto jóvenes como ancianos, con las nalgas descubiertas para vergüenza de Egipto.

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Biblia Reina Valera 1960

4 así llevará el rey de Asiria a los cautivos de Egipto y los deportados de Etiopía, a jóvenes y a ancianos, desnudos y descalzos, y descubiertas las nalgas para vergüenza de Egipto.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 De la misma manera conducirá el rey de Asur a los cautivos de Egipto y a los desterrados de Etiopía. Jóvenes o viejos, los llevará desnudos, sin zapatos y con las nalgas al aire.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 así conducirá el rey de Asiria a los cautivos de Egipto y a los desterrados de Etiopía, jóvenes y viejos, desnudos y descalzos, con las nalgas al aire, para vergüenza de los egipcios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 así conducirá el rey de Asiria a los prisioneros de Egipto y a los deportados de Cus -jóvenes y ancianos-, desnudos y descalzos y con las nalgas al aire para vergüenza de Egipto.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 así llevará el rey de Asiria a los cautivos de Egipto y a los exiliados de Etiopía, a jóvenes y a viejos, desnudos y descalzos, y con las nalgas descubiertas para vergüenza de Egipto.

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Isaías 20:4
18 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Entregaré a Egipto a un amo duro y cruel; un rey feroz los gobernará», dice el Señor, el Señor de los Ejércitos Celestiales.


Yo mismo te desnudaré y te expondré a la vergüenza.


Quizá te preguntes: «¿Por qué me sucede todo esto?». ¡Se debe a tus muchos pecados! Por eso los ejércitos invasores te desnudaron y te violaron.


Así que te aconsejo que de mí compres oro —un oro purificado por fuego— y entonces serás rico. Compra también ropas blancas de mí, así no tendrás vergüenza por tu desnudez, y compra ungüento para tus ojos, para que así puedas ver.


Ustedes, pueblo de Safir, vayan como cautivos al destierro, desnudos y avergonzados. El pueblo de Zaanán no se atreve a salir de sus murallas. El pueblo de Bet-esel gime porque su casa no tiene apoyo.


Cuando yo quiebre el orgullo de la fuerza de Egipto, también será un día oscuro para Tafnes. Una nube oscura cubrirá Tafnes, y sus hijas serán llevadas cautivas.


Los entregaré en manos de los que buscan matarlos, al rey Nabucodonosor de Babilonia y a su ejército. Sin embargo, después la tierra se recuperará de los estragos de la guerra. ¡Yo, el Señor, he hablado!


Quedarás desnuda y llena de vergüenza. Me vengaré de ti sin piedad».


Por eso el Señor le mandará costras a su cabeza. El Señor dejará calva a la hermosa Sion».


Entonces Hanún tomó presos a los embajadores de David, les afeitó la mitad de la barba, les cortó los mantos a la altura de las nalgas y los envió avergonzados de regreso a David.


Toma las pesadas ruedas de molino y muele la harina; quítate el velo y despójate de tu túnica. Descúbrete a la vista del público.


¡Hagan las maletas! ¡Prepárense para ir al destierro, ustedes ciudadanos de Egipto! La ciudad de Menfis será destruida; quedará sin un solo habitante.


«Israelitas, ¿son ustedes más importantes para mí que los etíopes? —pregunta el Señor—. Saqué a Israel de Egipto, pero también traje a los filisteos de Creta y a los arameos de Kir.


Sin embargo, Tebas cayó y su gente fue llevada cautiva y sus bebés fueron estrellados contra las piedras de las calles hasta morir. Los soldados tiraban los dados para quedarse con los oficiales egipcios como sirvientes. Ataron con cadenas a todos sus líderes.


«Ustedes, etíopes, también serán masacrados por mi espada», dice el Señor.


Entonces Hanún tomó presos a los embajadores de David, les afeitó la barba, les cortó los mantos a la altura de las nalgas y los envió avergonzados de regreso a David.


En su sabiduría, el Señor enviará una gran calamidad; no cambiará de parecer. Se levantará contra los malvados y contra quienes los ayudan.


¡Pues estos egipcios son simples seres humanos; no son Dios! Sus caballos son solo carne, no espíritus poderosos. Cuando el Señor levante el puño contra ellos, quienes los ayudan tropezarán, y aquellos que reciben ayuda caerán; todos caerán y morirán juntos.


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