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Isaías 2:4 - Biblia Nueva Traducción Viviente

4 El Señor mediará entre las naciones y resolverá los conflictos internacionales. Ellos forjarán sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en herramientas para podar. No peleará más nación contra nación, ni seguirán entrenándose para la guerra.

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Biblia Reina Valera 1960

4 Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Hará de árbitro entre las naciones y a los pueblos dará lecciones. Harán arados de sus espadas y sacarán hoces de sus lanzas. Una nación no levantará la espada contra otra y no se adiestrarán para la guerra.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Él juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos. De sus espadas forjarán arados y de sus lanzas, hoces; No alzará la espada nación contra nación ni se adiestrarán más para la guerra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Él juzgará las naciones y será el árbitro de pueblos numerosos. De sus espadas forjarán azadones y hoces de sus lanzas. No alzará la espada nación contra nación ni se adiestrarán más en la guerra.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.

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Isaías 2:4
26 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

El Señor mediará entre los pueblos y resolverá conflictos entre naciones poderosas y lejanas. Ellos forjarán sus espadas para convertirlas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas. No peleará más nación contra nación, ni seguirán entrenándose para la guerra.


En ese día haré un pacto con todos los animales salvajes, las aves de los cielos y los animales que corren sobre la tierra, para que no te hagan daño. Quitaré de la tierra todas las armas de guerra, todas las espadas y todos los arcos, para que puedas vivir sin temor, en paz y seguridad.


Quitaré los carros de guerra de Israel y los caballos de guerra de Jerusalén. Destruiré todas las armas usadas en la batalla, y tu rey traerá paz a las naciones. Su reino se extenderá de mar a mar y desde el río Éufrates hasta los confines de la tierra.


Mi pueblo vivirá seguro, tranquilo en su hogar, y encontrará reposo.


Él hace cesar las guerras en toda la tierra; quiebra el arco y rompe la lanza y quema con fuego los escudos.


Su gobierno y la paz nunca tendrán fin. Reinará con imparcialidad y justicia desde el trono de su antepasado David por toda la eternidad. ¡El ferviente compromiso del Señor de los Ejércitos Celestiales hará que esto suceda!


Forjen las rejas de arado y conviértanlas en espadas, y sus herramientas para podar, en lanzas. Entrenen aun a los más débiles para que sean guerreros.


Los que pelean contra el Señor serán destrozados. Él retumba contra ellos desde el cielo; el Señor juzga en toda la tierra. Él da poder a su rey; aumenta la fuerza de su ungido».


Levántate, oh Dios, y juzga a la tierra, porque todas las naciones te pertenecen.


Entonces vi el cielo abierto, y había allí un caballo blanco. Su jinete se llamaba Fiel y Verdadero, porque juzga con rectitud y hace una guerra justa.


Pues él ha fijado un día para juzgar al mundo con justicia por el hombre que él ha designado, y les demostró a todos quién es ese hombre al levantarlo de los muertos».


Las botas de los guerreros y los uniformes manchados de sangre por la guerra serán quemados; serán combustible para el fuego.


Castigará a las naciones y llenará de cadáveres sus territorios; destrozará cabezas por toda la tierra.


delante del Señor, ¡porque él viene! Viene a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia y a las naciones con su verdad.


Y esta rectitud traerá la paz; es cierto, traerá tranquilidad y confianza para siempre.


Pues el Señor es nuestro juez, nuestro legislador y nuestro rey; él cuidará de nosotros y nos salvará.


»Miren a mi siervo, al que yo fortalezco; él es mi elegido, quien me complace. He puesto mi Espíritu sobre él; él hará justicia a las naciones.


«Que las naciones se movilicen para la guerra. Que marchen hacia el valle de Josafat. Allí, yo, el Señor, me sentaré para pronunciar juicio contra todas ellas.


«¡Quédense quietos y sepan que yo soy Dios! Toda nación me honrará. Seré honrado en el mundo entero».


No aplastará a la caña más débil, ni apagará una vela que titila. Les hará justicia a todos los agraviados.


Te seré fiel y te haré mía, y por fin me conocerás como el Señor.


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