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Isaías 13:10 - Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Los cielos se pondrán negros sobre ellos; las estrellas no darán luz. El sol estará oscuro cuando salga y la luna no iluminará.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no dará su resplandor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Las estrellas del cielo y sus constelaciones han dejado de alumbrar, el sol ha salido negro y la luna no envía más su luz.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Las estrellas de los cielos y su constelación de Orión no despedirán luz; El sol se oscurecerá al salir Y la luna no dará su resplandor.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Los astros del cielo y sus constelaciones no alumbrarán; se oscurecerá el sol en su orto, la luna no irradiará su luz.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Por lo cual las estrellas del cielo y sus constelaciones no darán su luz; y el sol se oscurecerá al salir, y la luna no dará su resplandor.

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Isaías 13:10
22 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

»Inmediatamente después de la angustia de esos días, “El sol se oscurecerá, la luna no dará luz, las estrellas caerán del cielo, y los poderes de los cielos serán sacudidos” .


»En ese tiempo, después de la angustia de esos días, el sol se oscurecerá, la luna no dará luz,


El sol se oscurecerá, y la luna se pondrá roja como la sangre antes de que llegue el grande y terrible día del Señor.


Entonces el cuarto ángel tocó su trompeta, y se dañó la tercera parte del sol y la tercera parte de la luna y la tercera parte de las estrellas, y se oscurecieron. Así que la tercera parte del día quedó sin luz, y también la tercera parte de la noche.


»Y habrá señales extrañas en el sol, en la luna y en las estrellas. Y aquí en la tierra, las naciones del mundo estarán en caos, perplejas por los mares rugientes y las mareas extrañas.


El sol y la luna se oscurecerán y las estrellas dejarán de brillar.


Rugirán sobre sus víctimas en aquel día de destrucción, como el rugido del mar. Si alguien extiende su mirada por toda la tierra, solo verá oscuridad y angustia; hasta la luz quedará oscurecida por las nubes.


La tierra tiembla mientras avanzan y los cielos se estremecen. El sol y la luna se oscurecen y las estrellas dejan de brillar.


Entonces, la gloria de la luna menguará, y el resplandor del sol se desvanecerá, porque el Señor de los Ejércitos Celestiales reinará en el monte Sion. Reinará con gran gloria en Jerusalén, a los ojos de todos los líderes de su pueblo.


En aquel día, el Señor castigará a los dioses de los cielos y a los soberbios gobernantes en las naciones de la tierra.


El sol se oscurecerá, y la luna se pondrá roja como la sangre antes de que llegue el grande y glorioso día del Señor.


Si él lo ordena, el sol no saldrá ni brillarán las estrellas.


Acuérdate de él antes de que la luz del sol, de la luna y de las estrellas se vuelva tenue a tus ojos viejos, y las nubes negras oscurezcan para siempre tu cielo.


«Oh Babilonia hermosa, siéntate ahora en oscuridad y en silencio. Nunca más serás conocida como la reina de los reinos.


Yo soy quien viste de tinieblas los cielos, y los cubro con ropajes de luto».


Así es, el día del Señor será oscuro y sin remedio, sin un rayo de alegría ni esperanza.


Pero arrasará a sus enemigos con una inundación arrolladora. Él perseguirá a sus enemigos en la oscuridad de la noche.


En aquel día las fuentes de luz no brillarán más.


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