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Isaías 1:6 - Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Desde los pies hasta la cabeza, están llenos de golpes, cubiertos de moretones, contusiones y heridas infectadas, sin vendajes ni ungüentos que los alivien.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 desde la planta de los pies hasta la cabeza no les queda nada sano; sólo heridas, golpes, llagas vivas que no han sido envueltas ni vendadas ni aliviadas con aceite.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay nada sano, Solo llaga, contusión, y heridas supurantes, No drenadas ni vendadas, ni aliviadas con ungüento.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 De la planta del pie a la cabeza no hay en él parte sana: golpes, contusiones, heridas recientes, ni limpiadas, ni vendadas, ni aliviadas con aceite.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.

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Isaías 1:6
20 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Ofrecen curas superficiales para la herida mortal de mi pueblo. Dan garantías de paz cuando no hay paz.


Cuando Jesús los oyó, les dijo: «La gente sana no necesita médico, los enfermos sí».


»Sin embargo, llegará el día en que sanaré las heridas de Jerusalén y le daré prosperidad y verdadera paz.


Se le acercó y le alivió las heridas con vino y aceite de oliva, y se las vendó. Luego subió al hombre en su propio burro y lo llevó hasta un alojamiento, donde cuidó de él.


»Sin embargo, para ustedes que temen mi nombre, se levantará el Sol de Justicia con sanidad en sus alas. Saldrán libres, saltando de alegría como becerros sueltos en medio de los pastos.


Cuando estaba en graves dificultades, busqué al Señor. Toda la noche oré con las manos levantadas hacia el cielo, pero mi alma no encontró consuelo.


Pues aunque él hiere, también venda las heridas; él golpea, pero sus manos también sanan.


Tu herida no tiene remedio; tu lesión es mortal. Todos los que se enteren de tu destrucción aplaudirán con alegría. ¿Dónde se puede encontrar a alguien que no haya sufrido tu constante crueldad?


Esto dice el Señor: «Tu lesión es incurable, una herida terrible.


Absalón era elogiado como el hombre más apuesto de todo Israel. De pies a cabeza era perfecto.


La luna será tan resplandeciente como el sol, y el sol brillará siete veces más, como la luz de siete días en uno solo. Así será cuando el Señor comience a sanar a su pueblo y a curar las heridas que le hizo.


»El corazón humano es lo más engañoso que hay, y extremadamente perverso. ¿Quién realmente sabe qué tan malo es?


De ella brota la maldad como de una fuente. Sus calles resuenan con violencia y destrucción. Siempre veo sus enfermedades y heridas.


¿Por qué te quejas de tu castigo, de esta herida que no tiene cura? He tenido que castigarte porque tus pecados son muchos y tu culpa es grande.


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