Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Hechos 9:34 - Biblia Nueva Traducción Viviente

34 Pedro le dijo: «Eneas, ¡Jesucristo te sana! ¡Levántate y enrolla tu camilla!». Al instante, fue sanado.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

34 Y le dijo Pedro: Eneas, Jesucristo te sana; levántate, y haz tu cama. Y en seguida se levantó.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

34 Pedro le dijo: 'Eneas, Jesucristo te sana. Levántate y arregla tu cama. Y de inmediato se levantó.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

34 Pedro le dijo: ¡Eneas, Jesucristo te sana, levántate y haz tu cama!° Y al instante se levantó.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

34 Y le dijo Pedro: 'Eneas, el Señor Jesús te va a curar; levántate y hazte tú mismo la cama'. Y al momento se levantó.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

34 Y Pedro le dijo: Eneas, Jesucristo te sana; levántate, y haz tu cama. Y al instante se levantó.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Hechos 9:34
11 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Pedro vio esto como una oportunidad y se dirigió a la multitud: «Pueblo de Israel —dijo—, ¿qué hay de sorprendente en esto? ¿Y por qué nos quedan viendo como si hubiéramos hecho caminar a este hombre con nuestro propio poder o nuestra propia rectitud?


pero Pedro le dijo: «Yo no tengo plata ni oro para ti, pero te daré lo que tengo. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y camina!».


Así que les demostraré que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados». Entonces Jesús miró al paralítico y dijo: «¡Ponte de pie, toma tu camilla y vete a tu casa!».


Esto mismo sucedió día tras día hasta que Pablo se exasperó de tal manera que se dio la vuelta y le dijo al demonio que estaba dentro de la joven: «Te ordeno, en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella». Y al instante el demonio la dejó.


Déjenme decirles claramente tanto a ustedes como a todo el pueblo de Israel que fue sanado por el poderoso nombre de Jesucristo de Nazaret, el hombre a quien ustedes crucificaron pero a quien Dios levantó de los muertos.


»Por la fe en el nombre de Jesús, este hombre fue sanado, y ustedes saben que él antes era un lisiado. La fe en el nombre de Jesús lo ha sanado delante de sus propios ojos.


Jesús extendió la mano y lo tocó. —Sí quiero —dijo—. ¡Queda sano! Al instante, la lepra desapareció.


Esta señal milagrosa en Caná de Galilea marcó la primera vez que Jesús reveló su gloria. Y sus discípulos creyeron en él.


Allí conoció a un hombre llamado Eneas, quien estaba paralizado y postrado en cama hacía ocho años.


Entonces todos los habitantes de Lida y Sarón vieron a Eneas caminando, y se convirtieron al Señor.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម