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Hechos 8:29 - Biblia Nueva Traducción Viviente

29 El Espíritu Santo le dijo a Felipe: «Acércate y camina junto al carruaje».

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Biblia Reina Valera 1960

29 Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

29 El Espíritu dijo a Felipe: 'Acércate a ese carro y quédate pegado a su lado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

29 Entonces el Espíritu dijo a Felipe: Acércate, y júntate a ese carro.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

29 Dijo el Espíritu a Felipe: 'Avanza y pégate a ese carro'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

29 Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a este carro.

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Hechos 8:29
16 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Entre tanto, mientras Pedro trataba de descifrar la visión, el Espíritu Santo le dijo: «Tres hombres han venido a buscarte.


El Espíritu Santo me dijo que los acompañara y que no me preocupara que fueran gentiles. Estos seis hermanos aquí presentes me acompañaron, y pronto entramos en la casa del hombre que había mandado a buscarnos.


Ahora bien, el Espíritu Santo nos dice claramente que en los últimos tiempos algunos se apartarán de la fe verdadera; seguirán espíritus engañosos y enseñanzas que provienen de demonios.


Se acercó, tomó el cinturón de Pablo y se ató los pies y las manos. Luego dijo: «El Espíritu Santo declara: “De esta forma será atado el dueño de este cinturón por los líderes judíos en Jerusalén y entregado a los gentiles”».


¡Oh, si conociéramos al Señor! Esforcémonos por conocerlo. Él nos responderá, tan cierto como viene el amanecer o llegan las lluvias a comienzos de la primavera».


Les responderé antes que me llamen. Cuando aún estén hablando de lo que necesiten, ¡me adelantaré y responderé a sus oraciones!


Es el mismo y único Espíritu quien distribuye todos esos dones. Solamente él decide qué don cada uno debe tener.


En cuanto a Felipe, un ángel del Señor le dijo: «Ve al sur por el camino del desierto que va de Jerusalén a Gaza».


y ahora venía de regreso. Sentado en su carruaje, leía en voz alta el libro del profeta Isaías.


Felipe se acercó corriendo y oyó que el hombre leía al profeta Isaías. Felipe le preguntó: —¿Entiendes lo que estás leyendo?


Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe. El eunuco nunca más volvió a verlo, pero siguió su camino con mucha alegría.


Después de discutir entre unos y otros, se fueron con las siguientes palabras finales de Pablo: «El Espíritu Santo tenía razón cuando les dijo a sus antepasados por medio del profeta Isaías:


Por eso el Espíritu Santo dice: «Cuando oigan hoy su voz,


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