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Hechos 7:39 - Biblia Nueva Traducción Viviente

39 »Sin embargo, nuestros antepasados se negaron a escuchar a Moisés. Lo rechazaron y quisieron volver a Egipto.

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Biblia Reina Valera 1960

39 al cual nuestros padres no quisieron obedecer, sino que le desecharon, y en sus corazones se volvieron a Egipto,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

39 Nuestros padres no quisieron obedecerle, lo rechazaron y pensaron volverse a Egipto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

39 al cual nuestros padres no quisieron obedecer, sino que lo rechazaron, y en sus corazones se volvieron a Egipto,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

39 a quien no quisieron obedecer nuestros padres, sino que lo rechazaron y se volvieron con el corazón a Egipto

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

39 Al cual nuestros padres no quisieron obedecer; antes le desecharon, y en sus corazones se volvieron a Egipto,

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Hechos 7:39
15 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Cómo nos acordamos del pescado que comíamos gratis en Egipto y teníamos todos los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos que queríamos.


«¡Si tan solo el Señor nos hubiera matado en Egipto! —protestaban—. Allá nos sentábamos junto a las ollas llenas de carne y comíamos todo el pan que se nos antojaba; pero ahora tú nos has traído a este desierto para matarnos de hambre».


De ese modo Salomón expulsó a Abiatar del cargo de sacerdote del Señor, y así se cumplió la profecía que el Señor había dado en Silo acerca de los descendientes de Elí.


La esposa de Galaad tuvo varios hijos, y cuando esos medios hermanos de Jefté crecieron, lo echaron del territorio. «Tú no recibirás ninguna parte de la herencia de nuestro padre —le dijeron—, porque eres hijo de una prostituta».


y comenzó a hablar contra Dios y Moisés: «¿Por qué nos sacaron de Egipto para morir aquí en el desierto? —se quejaron—. Aquí no hay nada para comer ni agua para beber. ¡Además, detestamos este horrible maná!».


Pero ellos, atormentados por la sed, siguieron discutiendo con Moisés: —¿Por qué nos sacaste de Egipto? ¿Quieres matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros animales?


»Pero el hombre que era culpable empujó a Moisés. “¿Quién te puso como gobernante y juez sobre nosotros? —le preguntó—.


La gente del campamento se puso celosa de Moisés y tuvo envidia de Aarón, el santo sacerdote del Señor.


Recuerden que la gente que profetiza está en control de su espíritu y puede turnarse con otros.


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