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Hechos 4:13 - Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Los miembros del Concilio quedaron asombrados cuando vieron el valor de Pedro y de Juan, porque veían que eran hombres comunes sin ninguna preparación especial en las Escrituras. También los identificaron como hombres que habían estado con Jesús.

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Biblia Reina Valera 1960

13 Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Quedaron admirados al ver la seguridad con que hablaban Pedro y Juan, que eran hombres sin instrucción ni preparación, pero sabían que habían estado con Jesús.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Observando entonces la osadía de Pedro y de Juan, y percatándose de que eran hombres del vulgo y sin letras,° se asombraban, y reconocían que ellos habían estado° con Jesús.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Viendo la entereza de Pedro y de Juan, y habiendo comprobado que eran hombres iletrados y del vulgo, se maravillaban. Reconocían que eran compañeros de Jesús.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

13 Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras e ignorantes, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús.

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Hechos 4:13
22 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

En cambio, Dios eligió lo que el mundo considera ridículo para avergonzar a los que se creen sabios. Y escogió cosas que no tienen poder para avergonzar a los poderosos.


Los presentes quedaron maravillados al oírlo. Se preguntaban: «¿Cómo es que sabe tanto sin haber estudiado?».


En esa ocasión, Jesús hizo la siguiente oración: «Oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, gracias por esconder estas cosas de los que se creen sabios e inteligentes, y por revelárselas a los que son como niños.


Un poco más tarde, algunos de los otros que estaban allí se acercaron a Pedro y dijeron: —Seguro que tú eres uno de ellos; nos damos cuenta por el acento galileo que tienes.


Esa multitud tonta que lo sigue es ignorante de la ley, ¡está bajo la maldición de Dios!


Jesús mandó que Pedro y Juan se adelantaran y les dijo: —Vayan y preparen la cena de Pascua, para que podamos comerla juntos.


Más tarde, cerca de la puerta, lo vio otra sirvienta, quien les dijo a los que estaban por ahí: «Este hombre estaba con Jesús de Nazaret».


Cuando Jesús vio a su madre al lado del discípulo que él amaba, le dijo: «Apreciada mujer, ahí tienes a tu hijo».


Sin embargo, dado que podían ver allí de pie entre ellos al hombre que había sido sanado, no hubo nada que el Concilio pudiera decir.


Pero Pedro y Juan respondieron: «¿Acaso piensan que Dios quiere que los obedezcamos a ustedes en lugar de a él?


Y ahora, oh Señor, escucha sus amenazas y danos a nosotros, tus siervos, mucho valor al predicar tu palabra.


Después de esta oración, el lugar donde estaban reunidos tembló y todos fueron llenos del Espíritu Santo. Y predicaban con valentía la palabra de Dios.


Entonces Bernabé se lo llevó a los apóstoles y les contó cómo Saulo había visto al Señor en el camino a Damasco y cómo el Señor le había hablado a Saulo. También les dijo que, en Damasco, Saulo había predicado con valentía en el nombre de Jesús.


Así que Saulo se quedó con los apóstoles y los acompañó por toda Jerusalén, predicando con valor en el nombre del Señor.


Al escuchar, sus pensamientos secretos quedarán al descubierto y caerán de rodillas y adorarán a Dios declarando: «En verdad, Dios está aquí entre ustedes».


Ya que este nuevo camino nos da tal confianza, podemos ser muy valientes.


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