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Hechos 21:9 - Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Tenía cuatro hijas solteras, que habían recibido el don de profecía.

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កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

9 Este tenía cuatro hijas doncellas que profetizaban.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 tenía cuatro hijas que se habían quedado vírgenes y tenían el don de profecía.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Y éste tenía cuatro hijas doncellas que profetizaban.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Tenía éste cuatro hijas vírgenes y profetisas.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 Y este tenía cuatro hijas vírgenes que profetizaban.

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Hechos 21:9
13 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

“En los últimos días —dice Dios—, derramaré mi Espíritu sobre toda la gente. Sus hijos e hijas profetizarán. Sus jóvenes tendrán visiones, y sus ancianos tendrán sueños.


»Pero tengo una queja en tu contra. Permites que esa mujer —esa Jezabel que se llama a sí misma profetisa— lleve a mis siervos por mal camino. Ella les enseña a cometer pecado sexual y a comer alimentos ofrecidos a ídolos.


En el templo también estaba Ana, una profetisa muy anciana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Su esposo había muerto cuando solo llevaban siete años de casados.


»Entonces, después de hacer todas esas cosas, derramaré mi Espíritu sobre toda la gente. Sus hijos e hijas profetizarán. Sus ancianos tendrán sueños, y sus jóvenes tendrán visiones.


Entonces la profetisa Miriam, hermana de Aarón, tomó una pandereta, se puso al frente, y todas las mujeres la siguieron, danzando y tocando sus panderetas.


Entre los profetas y maestros de la iglesia de Antioquía de Siria se encontraban Bernabé, Simeón (llamado «el Negro»), Lucio (de Cirene), Manaén (compañero de infancia del rey Herodes Antipas) y Saulo.


Oh Dios mío, acuérdate de todas las cosas malvadas que Tobías y Sanbalat han hecho; y recuerda a la profetisa Noadías y a todos los profetas como ella que trataron de intimidarme.


Entonces el sacerdote Hilcías, Ahicam, Acbor, Safán y Asaías se dirigieron al Barrio Nuevo de Jerusalén para consultar a la profetisa Hulda. Ella era la esposa de Salum, hijo de Ticva, hijo de Harhas, el encargado del guardarropa del templo.


Débora, la esposa de Lapidot, era una profetisa que en ese tiempo juzgaba a Israel.


Así que el que se casa con su prometida hace bien, y el que no se casa hace aún mejor.


»Ahora, hijo de hombre, denuncia a las mujeres que profetizan según su propia imaginación.


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