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Hechos 14:22 - Biblia Nueva Traducción Viviente

22 donde fortalecieron a los creyentes. Los animaron a continuar en la fe, y les recordaron que debemos sufrir muchas privaciones para entrar en el reino de Dios.

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Biblia Reina Valera 1960

22 confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 A su paso animaban a los discípulos y los invitaban a perseverar en la fe; les decían: 'Es necesario que pasemos por muchas pruebas para entrar en el Reino de Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 fortaleciendo los ánimos de los discípulos; y exhortándolos a permanecer en la fe, les decían: Es necesario que entremos en el reino de Dios a través de muchas tribulaciones.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 confortando a los discípulos y exhortándolos a permanecer en la fe, diciéndoles que por muchas tribulaciones tenemos que pasar para entrar en el reino de Dios.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

22 confirmando el alma de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe; y diciéndoles que es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.

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Hechos 14:22
49 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

En su bondad, Dios los llamó a ustedes a que participen de su gloria eterna por medio de Cristo Jesús. Entonces, después de que hayan sufrido un poco de tiempo, él los restaurará, los sostendrá, los fortalecerá y los afirmará sobre un fundamento sólido.


Es cierto, y todo el que quiera vivir una vida de sumisión a Dios en Cristo Jesús sufrirá persecución;


Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo.


Así que como somos sus hijos, también somos sus herederos. De hecho, somos herederos junto con Cristo de la gloria de Dios; pero si vamos a participar de su gloria, también debemos participar de su sufrimiento.


No tengas miedo de lo que estás a punto de sufrir. El diablo meterá a algunos de ustedes en la cárcel para ponerlos a prueba, y sufrirán por diez días; pero si permaneces fiel, incluso cuando te enfrentes a la muerte, te daré la corona de la vida.


Pero deben seguir creyendo esa verdad y mantenerse firmes en ella. No se alejen de la seguridad que recibieron cuando oyeron la Buena Noticia. Esa Buena Noticia ha sido predicada por todo el mundo, y yo, Pablo, fui designado servidor de Dios para proclamarla.


Así que nunca te avergüences de contarles a otros acerca de nuestro Señor, ni te avergüences de mí, aun cuando estoy preso por él. Con las fuerzas que Dios te da prepárate para sufrir conmigo a causa de la Buena Noticia.


Después de pasar un tiempo en Antioquía, Pablo regresó por Galacia y Frigia, donde visitó y fortaleció a todos los creyentes.


Si te niegas a tomar tu cruz y a seguirme, no eres digno de ser mío.


Y yo le contesté: —Tú eres quien lo sabe, señor. Entonces él me dijo: —Estos son los que murieron en la gran tribulación. Han lavado y blanqueado sus ropas en la sangre del Cordero.


Entonces Dios les dará un gran recibimiento en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.


y le voy a mostrar cuánto debe sufrir por mi nombre.


Él los mantendrá firmes hasta el final, para que estén libres de toda culpa el día que nuestro Señor Jesucristo vuelva.


Luego viajó por toda Siria y Cilicia, fortaleciendo a las iglesias.


Entonces Judas y Silas, ambos profetas, hablaron largo y tendido con los creyentes para animarlos y fortalecerlos en su fe.


¿Acaso no profetizaron claramente que el Mesías tendría que sufrir todas esas cosas antes de entrar en su gloria?


Luego Jesús dijo a sus discípulos: «Si alguno de ustedes quiere ser mi seguidor, tiene que abandonar su propia manera de vivir, tomar su cruz y seguirme.


Cuando él llegó y vio las pruebas de la bendición de Dios, se llenó de alegría y alentó a los creyentes a que permanecieran fieles al Señor.


¿Recuerdan lo que les dije? “El esclavo no es superior a su amo”. Ya que me persiguieron a mí, también a ustedes los perseguirán. Y, si me hubieran escuchado a mí, también los escucharían a ustedes.


Con esta noticia, fortalezcan a los que tienen cansadas las manos, y animen a los que tienen débiles las rodillas.


Yo, Juan, soy hermano de ustedes, y su compañero en el sufrimiento, en el reino de Dios y en la paciente perseverancia a la que Jesús nos llama. Me exiliaron a la isla de Patmos por predicar la palabra de Dios y por mi testimonio acerca de Jesús.


Queridos amigos, con gran anhelo tenía pensado escribirles acerca de la salvación que compartimos. Sin embargo, ahora me doy cuenta de que debo escribirles sobre otro tema para rogarles que defiendan la fe que Dios ha confiado una vez y para siempre a su pueblo santo.


Que él, como resultado, fortalezca su corazón para que esté sin culpa y sea santo al estar ustedes delante de Dios nuestro Padre cuando nuestro Señor Jesús regrese con todo su pueblo santo. Amén.


Muchos judíos y devotos convertidos al judaísmo siguieron a Pablo y a Bernabé, y ambos hombres los exhortaban a que continuaran confiando en la gracia de Dios.


Así que el mensaje de Dios siguió extendiéndose. El número de creyentes aumentó en gran manera en Jerusalén, y muchos de los sacerdotes judíos también se convirtieron.


recibirá ahora a cambio cien veces más el número de casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y bienes, junto con persecución; y en el mundo que vendrá, esa persona tendrá la vida eterna.


Y si tu ojo te hace pecar, sácatelo. Es preferible entrar en el reino de Dios con un solo ojo que tener los dos ojos y ser arrojado al infierno,


Jesús le contestó: —Te digo la verdad, nadie puede entrar en el reino de Dios si no nace de agua y del Espíritu.


Lo repito: es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el reino de Dios».


»Si el mundo los odia, recuerden que a mí me odió primero.


Cuando lo encontró, lo llevó de regreso a Antioquía. Los dos se quedaron allí con la iglesia durante todo un año, enseñando a grandes multitudes. (Fue en Antioquía donde, por primera vez, a los creyentes los llamaron «cristianos»).


Así que los creyentes de Antioquía decidieron enviar una ayuda a los hermanos de Judea, y cada uno dio lo que podía.


pero los creyentes lo rodearon, y él se levantó y regresó a la ciudad. Al día siguiente, salió junto con Bernabé hacia Derbe.


Y se quedaron allí con los creyentes por mucho tiempo.


Pues a ustedes se les dio no solo el privilegio de confiar en Cristo sino también el privilegio de sufrir por él.


Pues Dios los llamó a hacer lo bueno, aunque eso signifique que tengan que sufrir, tal como Cristo sufrió por ustedes. Él es su ejemplo, y deben seguir sus pasos.


Manténganse firmes contra él y sean fuertes en su fe. Recuerden que su familia de creyentes en todo el mundo también está pasando por el mismo sufrimiento.


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