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Hechos 11:21 - Biblia Nueva Traducción Viviente

21 El poder del Señor estaba con ellos, y un gran número de estos gentiles creyó y se convirtió al Señor.

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Biblia Reina Valera 1960

21 Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió al Señor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

21 La mano del Señor estaba con ellos y fueron numerosos los que creyeron y se convirtieron al Señor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

21 Y la mano del Señor estaba con ellos; y un gran número que creyó se convirtió al Señor.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 La mano del Señor estaba con ellos y fue grande el número de los que, abrazando la fe, se convirtieron al Señor.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

21 Y la mano del Señor estaba con ellos; y gran número creyó y se convirtió al Señor.

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Hechos 11:21
19 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

todo el tiempo alabando a Dios y disfrutando de la buena voluntad de toda la gente. Y cada día el Señor agregaba a esa comunidad cristiana los que iban siendo salvos.


Los que la oían meditaban sobre los acontecimientos y se preguntaban: «¿Qué llegará a ser este niño?». Pues la mano del Señor estaba sobre él de una manera especial.


Pues, cuando les llevamos la Buena Noticia, no fue solo con palabras sino también con poder, porque el Espíritu Santo les dio plena certeza de que lo que decíamos era verdad. Y ya saben de nuestra preocupación por ustedes por la forma en que nos comportamos entre ustedes.


Entonces todos los habitantes de Lida y Sarón vieron a Eneas caminando, y se convirtieron al Señor.


¡Escuchen! El brazo del Señor no es demasiado débil para no salvarlos, ni su oído demasiado sordo para no oír su clamor.


Bernabé era un hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y firme en la fe. Y mucha gente llegó al Señor.


Así que el mensaje de Dios siguió extendiéndose. El número de creyentes aumentó en gran manera en Jerusalén, y muchos de los sacerdotes judíos también se convirtieron.


Sin embargo, cada vez más personas —multitudes de hombres y mujeres— creían y se acercaban al Señor.


Pero muchos de los que habían oído el mensaje lo creyeron, así que el número de hombres creyentes ascendió a un total aproximado de cinco mil.


¿Quién ha creído nuestro mensaje? ¿A quién ha revelado el Señor su brazo poderoso?


Después les conté cómo la bondadosa mano de Dios estaba sobre mí, y acerca de mi conversación con el rey. De inmediato contestaron: —¡Sí, reconstruyamos la muralla! Así que comenzaron la buena obra.


Además, le ruego que me dé una carta dirigida a Asaf, el encargado del bosque del rey, con instrucciones de suministrarme madera. La necesitaré para hacer vigas para las puertas de la fortaleza del templo, para las murallas de la ciudad y para mi propia casa. Entonces el rey me concedió estas peticiones porque la bondadosa mano de Dios estaba sobre mí.


Como la bondadosa mano de nuestro Dios estaba sobre nosotros, nos enviaron a un hombre llamado Serebías junto con dieciocho de sus hijos y hermanos. Serebías era muy sagaz, un descendiente de Mahli, quien era descendiente de Leví, hijo de Israel.


Había hecho arreglos para partir de Babilonia el 8 de abril, el primer día del nuevo año, y llegó a Jerusalén el 4 de agosto, pues la bondadosa mano de su Dios estaba sobre él.


Al mismo tiempo, la mano de Dios estaba sobre la gente en la tierra de Judá, y les dio un solo corazón para obedecer las órdenes del rey y de sus funcionarios, quienes seguían la palabra del Señor.


»Y mi opinión entonces es que no debemos ponerles obstáculos a los gentiles que se convierten a Dios.


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